El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró hoy que Brasil
debe cumplir con cuatro años de anticipación su compromiso de
reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
Al intervenir en el Foro Anual Brasileño de Cambios Climáticos,
en el Palacio de Planalto, precisó que desde la instauración del
programa la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera bajó de dos
mil 200 millones de toneladas en 2002, a mil 775 millones de
toneladas, el año pasado.
"Si mantenemos ese ritmo y tengo la seguridad de que eso
sucederá, la meta anunciada en la COP-15 (Conferencia de la Partes
de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en
Copenhague, en diciembre de 2009) será anticipada en cuatro años".
La meta brasileña es de mil 700 millones de toneladas de CO2 en
2020.
Es decir, prosiguió, habremos reducido la deforestación en 80 por
ciento en la Amazonía en 2016 y no en 2020 como habíamos previsto y
destacó que "Brasil, viviendo un momento de gran crecimiento
económico, tiene el menor índice de desmatamiento de los últimos 21
años".
Por ello, Lula afirmó que irá a la Cumbre COP-16, a realizarse en
Cancún, México, en noviembre venidero, con la cabeza erguida, porque
"somos uno de los pocos países que tiene resultados concretos a
mostrar en esta área".
En tono irónico, el mandatario brasileño dudó de la participación
en la cumbre mexicana de sus colegas de las grandes potencias
mundiales, porque -señaló-"creo que, como no hay acuerdo,
posiblemente nadie quiera exponerse". Sin embargo, Lula aseveró que
su país quiere que la COP-16 tenga resultados y por ello se empeñará
para que se consiga un paquete de compromisos entre las naciones.
Indicó que "así como Brasil está determinado a actuar -para
combatir el calentamiento global-también está dispuesto a reclamar
la contribución de los demás".
El canciller Celso Amorim, quien también participó en el Foro
Anual, afirmó que Brasil no espera grandes acuerdos en la COP-16 y
añadió que sería un mal ejemplo si Estados Unidos llega sin
propuestas.
"Las expectativas para Cancún (México) son modestas. No esperamos
llegar a un gran acuerdo", apuntó Amorim y refirió que uno de
principales motivos para el pesimismo sobre la Conferencia radica en
que Estados Unidos irá a la cumbre sin la aprobación de una ley
nacional sobre el tema.
No obstante, consideró que en Cancún podemos tener pequeños
avances, consolidar otros y evitar retrocesos en cuanto a los
compromisos asumidos en Kyoto.