"Este equipamiento obliga a redimensionar la preparación
técnico-táctica de las atletas, por lo que es imprescindible crear
nuevas habilidades y perfeccionar las acciones. Además, con el uso
de esta nueva tecnología en los petos, se evitan equivocaciones
arbitrales durante el combate. Tener estos protectores nos brinda la
posibilidad de entrenar al nivel de la elite mundial, al punto de
que varios países han manifestado su intención de venir a Cuba para
realizar topes de confrontación", concluyó.
Al igual que Daynellis Montejo, Robelis Despaigne y Ángel Modesto
Mora, la santiaguera Taimí Castellanos empleó por primera vez este
aditamento en el XI Mundial Universitario. Acerca de esos días,
rememora: "Tuvimos que cambiar la estructura del entrenamiento y el
sistema de pelea, pues íbamos preparados para combatir con los
LaJust, y nos sorprendieron con los Daedo, que mejoran la movilidad
del taekwondoca. Aun así, realizamos una buena actuación, pues con
cuatro competidores ganamos un oro y un subtítulo".
Esta disciplina continúa abriéndose paso en nuestro país ante las
dificultades para acceder a la tecnología de punta. Ahora la meta
más cercana será clasificar a ocho atletas para los Juegos
Panamericanos de Guadalajara, México, en el año próximo, posibilidad
que tendrán en marzo, cuando participen en el campeonato
clasificatorio con escenario en Lima, Perú.