Revertir la desfavorable situación ambiental que impone el
mosquito Aedes aegypti en los municipios de Guantánamo y Caimanera,
en el oriente cubano, impone hoy elevar la calidad del trabajo
focal, aseguran las autoridades de salud.
En opinión de María del Carmen Marín, epidemióloga de la
Dirección Nacional de Salud Ambiental, en esos territorios habitados
por unas 254 mil personas es muy baja la percepción del riesgo que
presuponen mosquito y dengue, lo cual exige elevar la educación
sanitaria poblacional.
Guantánamo -dijo- tiene 132 manzanas consideradas de alto riesgo,
en las que hay que trabajar sin descanso para eliminar salideros de
agua potable y desbordamientos de letrinas, sanear solares yermos,
zanjas y registros de agua fluvial desprotegidos.
Marín, integrante de un equipo de especialistas que apoya en
Guantánamo la lucha antivectorial, comentó que el predominio focal
en las viviendas expresa ignorancia respecto al peligroso vector, lo
cual se agrava por el deficiente trabajo de los operarios de la
campaña, fuerza sometida a depuración.
Explicó a la AIN que la campaña en Guantánamo se reorganiza, para
fortalecer la autoridad de los jefes de brigadas y elevar la
fiscalización, control y revisión del trabajo de los operarios, y
así optimizar la calidad de los tratamientos focales y adulticidas
contra el insecto.
Calificó de imprescindibles el trabajo de las fuerzas
antivectoriales de Salud, la acción coordinada de todos los
organismos del territorio en la supresión de condiciones ambientales
que favorecen al insecto, y sobre todo la realización del autofocal
semanal de la familia.