Unos 37 mil metros cúbicos de sedimentos se han eliminado en el
fondo marino de la bahía de Santiago de Cuba, durante la segunda
etapa de dragado que permitirá la entrada de buques de mayor porte y
el mejoramiento medioambiental.
Ramón Suárez, vicepresidente técnico de la Administración
Portuaria en la provincia, informó a la AIN que el proyecto consiste
en dragar el acuatorio para restituir el calado de diseño en el
canal interior, dársena de maniobra, canales secundarios y los
cajones de atraque.
El puerto sur oriental -segundo en importancia del país- posee
una profundidad de 10.97 metros según certifica la Sociedad
Clasificadora del Registro Cubano de Buques, que solo permite el
atraque de navíos con una carga entre las 30 mil y 40 mil toneladas.
En esta segunda etapa que debe culminar en el año 2013, se
pretende alcanzar los 11.20 metros de profundidad, y posteriormente
un calado de 14 metros que permita la entrada de navíos con una
carga superior a las 55 mil toneladas.
Explicó Suárez que el principal beneficio será de tipo económico
y social para el país, pues se evitaría pagar fletes más altos al
darle a los buques de mayor porte una segunda posición de descarga,
teniendo en cuenta las limitaciones de calado que presenta la
ensenada santiaguera.
También incidirá positivamente en la eficiencia de las
operaciones de descarga, y en la utilización efectiva de la
capacidad de carga de las embarcaciones que transporten las
mercancías destinadas al territorio oriental, subrayó el
funcionario.
En estos momentos se draga el Canal Norte interior, para lo cual
se contrató la tecnología de la empresa cubana Obras Marítimas,
quien aportó la draga de jaiba GF-20, dos gánguiles y un remolcador
auxiliar con una capacidad de 400 metros cúbicos, y se continuará
con el muelle 30 de noviembre.
La zona de vaciadero está ubicada en un área de 600 por 400
metros en la zona exterior, a dos millas náuticas en dirección sur
suroeste a partir de la entrada de la bahía, de acuerdo al
comportamiento de las corrientes litorales y las características del
relieve marino, que permiten una rápida dispersión de los
sedimentos.
La bahía de Santiago de Cuba -de ubicación privilegiada para el
comercio con el Caribe- es la segunda más contaminada del país, y en
esta zona se produce el mayor movimiento portuario de la región al
recibir mercancías para las provincias de Guantánamo, Granma,
Santiago de Cuba y Holguín.
Según estudios publicados por el Centro de Estudios
Multidisciplinarios de Zonas Costeras, dicho ecosistema recibe los
aportes contaminantes de fuentes industriales y del asentamiento
poblacional, además de un drenaje pluvial importante de la actividad
marítimo-portuaria, con incidencia negativa en su lóbulo interior.