La informática y las comunicaciones también se han afectado por
la persistencia del bloqueo comercial, económico y financiero del
gobierno de EE.UU. contra Cuba en más de medio siglo de imposición.
En este sector, en los últimos tiempos se dejaron de percibir
ingresos superiores a los 61 millones 240 mil dólares, de acuerdo
con el informe que presentará la Isla ante la Asamblea General de
ONU el próximo día 26, cuando sea sometido a votación.
No obstante las conversaciones iniciadas en septiembre de 2009
entre la Empresa de Correos de Cuba y el Servicio Postal de Estados
Unidos, el cerco anticubano impide que se realicen despachos y
transportaciones del correo en forma directa, sostiene el texto.
Sugiere que en caso de que haya un posible incremento del tráfico
postal entre ambos países, se calcula que en La Habana se recibiría
un beneficio no menor de un millón 500 mil dólares.
Por el contrario, añade, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba
experimentó pérdidas por cerca de 53 millones de dólares por
perjuicios productivos y de servicios, gastos adicionales de fletes
y daños materiales dada la imposibilidad de acceder a la tecnología
norteamericana.
El informe especifica que la compra de equipos y piezas de
repuesto de compañías estadounidenses, imprescindibles para las
entidades locales, hay que hacerla en el mercado internacional, bajo
fuertes medidas de control y supervisión, además de un incremento
considerable de su valor.
Cita el caso de Cubaelectrónica, que no puede acceder a numerosos
sitios de Internet, como www.vivalinux.com.ar, desde
Argentina, "donde se almacenan soluciones de código que todo
desarrollador de software necesita para su trabajo".
El documento denuncia que a Cuba se le prohíbe la importación de
computadoras producidas por los mayores fabricantes mundiales, entre
ellos, IBM.
La Empresa Cubana de Software tuvo que interrumpir los vínculos
con homólogas de Costa Rica y España, debido a los temores de estas
a ser multadas o recibir represalias por negociar con Cuba, lo que
ha significado la paralización de proyectos y sus correspondientes
afectaciones monetarias.