Hoy, más que por el nombre oficial de la demarcación agraria, el
lugar es conocido por la "chivera" de Regino Rodríguez Hernández, un
asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Jorge
Alfonso.
"A pesar de que nos dedicamos al ganado vacuno y la actividad
porcina, nos identifican más por la masa de más de 380 cabezas de
caprinos", explica sonriente quien es considerado uno de los mayores
productores de leche de cabra del país.
Y en realidad, nada sorprendente resulta la denominación cuando
uno recorre las largas naves donde crecen y se reproducen magníficos
ejemplares caprinos, en sistema semiestabulado.
"Contamos con una buena base alimentaria —comenta Regino— pues
dedicamos un área considerable a la siembra de las especies de
plantas más recomendadas en la manutención de los animales, con
proteínas y demás nutrientes. Y siempre abiertos para introducir
otras nuevas. Nuestro objetivo inmediato es llegar al cordel
plantado por cada seis caprinos".
La finca Carolina dispone de 56 hectáreas, parte de ella en
usufructo por el Decreto Ley 259. Es de las inscritas en el programa
de la Agricultura Suburbana del municipio cabecera.
Desde aquí tributan diariamente unos 125 litros de leche de cabra
hasta el punto de venta a la población, perteneciente a la Unidad
Empresarial de Base de Ganado Menor (EGAME), aledaño al parque de
Villuendas, cuyo acarreo se hace con tracción animal. También el
Hospital Pediátrico es abastecido del lácteo.
Norberto es uno de los ancianos más asiduos al establecimiento.
Tiene palabras de elogio para esta opción, pues constituye, según
él, una importante fuente para su alimentación y la de otros muchos
consumidores que allí acuden cada día a adquirir el preciado
producto.
Muy ducho en los valores nutritivos del lácteo, dice que ha
investigado sobre los mismos y cuenta que tradicionalmente se les ha
dado a los bebés y a los niños que no podían tomar leche materna y
tampoco toleraban la leche de vaca.
Especialistas consultados agregan que el alimento aporta
proteínas de muy buena calidad. En cuanto a vitaminas y minerales la
leche de cabra destaca en calcio y vitamina D, sustancias esenciales
para la formación de huesos que ayuda a prevenir enfermedades como
la osteoporosis. También contiene un aporte destacado de vitamina B2
o riboflavina, la cual destaca por su importancia en la reproducción
celular y producción de glóbulos rojos, y de vitamina A, eficaz en
la formación y mantenimiento de dientes sanos y tejidos blandos y
óseos.
En muchos países existe una gran demanda de los derivados de esta
leche, especialmente de los quesos y yogures. También en esta
provincia se ha incursionado en algunos de estos renglones, aunque
en pequeñas proporciones.
Para este año los cuatro finqueros de la Carolina tienen como
propósito vender al Estado 45 000 litros de leche de cabra y 36 000
de vaca. Además, deben entregar 6 toneladas de carne caprina, 8 de
vacuna y 40 de cerdo.
Para ello, aseguró Regino, cuentan con "la disposición, voluntad
y dedicación de todos. Porque en esta finca todos aportan. Hasta mi
mamá, que es la mayor, nos hace el almuerzo y lleva la merienda al
campo".
Explicó el campesino que existe un criterio científico en el
manejo de la masa. En el caso particular de las cabras logran
mejoras genéticas a partir de la inseminación artificial. Con ese
fin cuentan no solo con el personal debidamente capacitado, entre
ellos una médica veterinaria, sino también con un cepo para
concebir, equipos, varillas, espéculos y termos destinados a las
espermas de calidad.
Por solicitud de las autoridades del territorio, este año el
colectivo asumió la doma de toros para la Agricultura Suburbana. Y
aunque van dando los primeros pasos en la domesticación, no tiene la
menor duda de cumplir con las 20 yuntas comprometidas.