El primer ministro de Iraq, Nouri Al-Maliki,
inició hoy en Irán una ronda de contactos al más alto nivel para
discutir temas políticos y de seguridad, incluido el apoyo a la
formación del nuevo gobierno iraquí.
Al-Maliki, también líder de la coalición chiita Estado de
Derecho, pretende retomar en Teherán las gestiones emprendidas hace
meses en naciones árabes de Medio Oriente, particularmente las
vecinas a Iraq, para recabar apoyo a la estabilidad política en su
país.
El jefe del ejecutivo iraquí llegó a Teherán procedente de
Jordania, donde cumplió una agenda con similares propósitos como
parte de su actual gira regional, que lo llevará luego a Egipto y
Turquía.
Tras ser recibido en el aeropuerto internacional Mehrabad por el
canciller, Manouchehr Mottaki, Al-Maliki se reunió con el presidente
iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y otras autoridades para debatir los
últimos sucesos en la región y la formación del gabinete iraquí.
Según destacaron fuentes oficiales iraníes citadas por la
televisión, el visitante intenta constatar el respaldo a su
pretensión de constituir un gobierno de coalición que incluya a la
mayoría chiita y a la minoría sunnita de Iraq.
La República Islámica de Irán, donde predomina la confesión
chiita del Islam, ha expresado su apoyo a un Iraq unificado y
seguro, evitando interferir en el impasse político imperante allí
desde las elecciones parlamentarias del pasado 7 de marzo.
Sin embargo, el candidato ganador de aquellos comicios, el ex
primer ministro Iyad Allawi, jefe de la alianza laica Al-Iraqiya, ha
acusado a Teherán de obstaculizar su ascenso al puesto en tanto
presuntamente apoya a los chiitas de Al-Maliki.
La visita del gobernante iraquí es la primera a Irán después de
ser nominado candidato a primer ministro por la Alianza Nacional (AN),
integrada por la fusión de Estado de Derecho y otros partidos
religiosos chiitas aglutinados en la Alianza Nacional Iraquí (ANI).
Los comicios fueron ganados, con 91 curules, por la alianza que
lidera Allawi, pero Al-Maliki, que obtuvo 89, y la ANI, que copó 70,
pactaron para constituir la AN, con un total de 159 asientos.
En ello tuvo fuerte peso el respaldo del clérigo radical chiita
Muqtada Al-Sadr, autoexiliado en Irán, quien decidió sumársele, pese
a que le reprocha el sometimiento político y militar a Estados
Unidos.
Sin embargo, el apoyo del bloque de Al-Sadr a Al-Maliki resultó
insuficiente para obtener 163 de los 325 escaños en el hemiciclo
legislativo y tener la mayoría necesaria para constituir el
gabinete.
Allawi ya adelantó que negará sus votos a su rival y tratará de
bloquearle más respaldos en el legislativo, mientras la tercera
fuerza nacional, la Alianza del Kurdistán, se muestra vacilante al
respecto.