LA PAZ, 17 octubre.— Autoridades gubernamentales bolivianas y
representantes de la prensa coincidieron hoy en que la lucha contra
el racismo es esencial para lograr la descolonización del país
suramericano.
En intervenciones en el programa El Pueblo es Noticia, de la Red
Patria Nueva, funcionarios y profesionales del sector coincidieron
en la necesidad de regular el uso de la palabra para acabar con las
humillaciones y la discriminación sobre amplios sectores sociales.
El derecho a la vida es superior a todos los derechos y cuando la
libertad de expresión puede afectar ese bien, tiene que ser
regulada, expresó el secretario ejecutivo de la Federación de
Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP), Boris Quisberth.
El máximo representante de la FTPLP, que por más de medio siglo
luchó por la democratización de la comunicación, denunció las
amenazas recibidas por respaldar la Ley de lucha contra el racismo y
toda forma de discriminación, promulgada el 1 de octubre, dijo PL.
También recordó las presiones en público por presentar la
iniciativa de su sector de revertir las licencias de los medios
discriminadores a favor de los trabajadores de estos, divulgadas por
Bolivia TV.
Quisberth cuestionó el show desatado por la televisora UNITEL y
otros medios con tal de infundir miedo y frenar las intenciones de
muchos de colaborar en la reglamentación de la norma, a solicitud
del Ejecutivo.
El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, concordó con el
dirigente gremial en que Bolivia es un país profundamente racista y
discriminador de manera sistemática, no coyuntural, y la eliminación
de este hecho implica la toma de una posición política frente a una
ley perfectible.
Villena criticó la politización extrema de la cuestión, tendiente
a la polarización social, y a quienes procuran hacer ver que está en
juego la libertad de expresión u otros derechos básicos.
Resaltó el papel de los defensores de la verdadera democracia,
mientras otros quieren seguir disfrutando de inmunidad para humillar
y se arrogan derechos.
Villena reconoció el papel del periodismo que tanto aportó a la
construcción del Estado Plurinacional, a quienes padecieron
persecución en tiempos de la dictadura (1980-1981), y cuestionó el
vaciamiento ético de la profesión con la complicidad de propietarios
y supuestos profesionales.