Alfredo
Diez Nieto, uno de los imprescindibles en la historia musical cubana
contemporánea, estrenará este domingo una obra con la Orquesta Sinfónica
Nacional, durante la tradicional cita dominical de esta institución
con el público a las 11:00 a.m. en la sala Covarrubias.
En memoria de mi esposa Lillian, es un adagio para orquesta
compuesto en abril de este año para evocar la compañía de quien
fuera la entrañable compañera del autor.
Sobre la partitura, de gran aliento lírico expresivo, el propio
Diez Nieto ha dicho que en ella "confluyen sentimientos de nostalgia
y dolor. En el ritenuto final, cuatro corcheas en los
violonchelos y contrabajos representan los últimos momentos de su
existencia, terminando en un delicado pianissimo de tres
notas, ejecutadas por los violines y violas. Un motivo de dos notas
rige toda la obra, evocando las dos sílabas de su nombre: Liliam. En
la sección central utilizo, además, el tema principal de una obra
para guitarra que le había dedicado".
Nacido en la Habana el 25 de octubre de 1918, Diez Nieto ha
dedicado su larga vida a la docencia y la creación musicales.
Maestro por excelencia, varias generaciones se han formado bajo su
égida en los conservatorios Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla
y el Instituto Superior de Arte, y siempre se recordará su
apasionada labor en el Seminario de Música Popular y la Orquesta
Popular de Conciertos junto a Odilio Urfé.
Entre sus obras más destacadas se hallan Sinfonía no. 1
(1943), Sonata para violín (1971), la serie de Estampas
para piano, y la Sonata para guitarra (1989).
El programa, bajo la dirección del maestro Enrique Pérez Mesa se
completará con Sinfonía concertante para instrumentos de viento,
de Wolfgang Amadeus Mozart, con Susana Venereo (corno), Arístides
Porto (clarinete), Frank Ernesto Fernández (oboe) y Abraham
Castillo, (fagot) como solistas, y Sinfonía no. 1, de Piotr
Ilich Chaikovski.