El
compositor e intérprete brasileño Egberto Gismonti fue distinguido
en La Habana con el Premio de Honor Cubadisco en reconocimiento a
sus esenciales contribuciones a una discografía que trasciende las
fronteras de su país para enaltecer el acervo musical de los pueblos
del continente.
Ello se hizo efectivo este viernes durante la jornada de clausura
del II Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, que durante cinco
jornadas se efectuó en la Basílica Menor de San Francisco.
En una velada previa, el maestro Leo Brouwer entregó a Ciro
Benemelis, presidente de Cubadisco, el Premio La Espiral
Eterna 2010, no solo por sus méritos al fundar y organizar el evento
más aglutinador de la música cubana en los últimos tiempos, sino por
su dilatada y ardua labor en la promoción de los autores e
intérpretes que ha repercutido en su jerarquización internacional y
en el destaque de fenómenos y procesos relacionados con la creación
y difusión de ese patrimonio, facetas que fueron destacadas con
palabras sentidas por Leo al fundamentar el galardón.
La Espiral Eterna, que toma su nombre de una de las más notables
piezas creadas por Brouwer para la guitarra, llegó también a manos
del guitarrista Víctor Pellegrini y la flautista Niourka González
Núñez, a quienes se les había concedido con anterioridad por sus
ejemplares faenas en la promoción de la música contemporánea y, en
especial, la del maestro cubano.
Esta tarde, a las 6:00 p.m., la Camerata Romeu, dirigida por la
maestra Zenaida Romeu, interpretará en la Basílica, con la presencia
de Gismonti, la suite Sertao Veredas, del autor brasileño,
que como parte del álbum Saudacoes obtuviera el Premio
Internacional Cubadisco 2010.