El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, deploró los
sostenidos obstáculos que impone la Unión Europea (UE) para el
ingreso de su país al bloque comunitario, negociado desde 2005 sin
ningún progreso, reporta Prensa Latina.
Turquía ha tenido que enfrentar diversos obstáculos en el camino
de adhesión a la UE y eso no está bien, afirmó Erdogan en
declaraciones reproducidas este martes por el diario Hurriyet Daily
News.
Consideró que algunas de las trabas impuestas a Ankara no se
aplican a otros candidatos de la UE, cuya membresía está dividida a
causa del contencioso turco-chipriota y la reticencia de Francia y
Alemania.
Las dos naciones, consideradas dos pesos políticos dentro de la
Unión, vetaron en repetidas ocasiones la entrada de Turquía por
tratarse de un país con mayoría musulmana, entre otras razones de
índole política y económica.
Erdogan aseguró que pese a la lentitud de las negociaciones y la
falta de acuerdos su gobierno está decidido a continuar las
tratativas de adhesión con la perspectiva de un éxito.
Dijo que si realmente la UE apoya la ampliación, los 27 miembros
deben mostrarse abiertos y sin condicionar a los nuevos candidatos.
Ankara denunció la política de doble rasero de la UE en el
proceso de ingreso al bloque comunitario y a modo de ejemplo
presentó el caso de Croacia, país balcánico que inició también las
negociaciones hace un lustro y ha concluido las dos terceras partes
del proceso, según el diario Hurriyet Daily News.
Uno de los escollos que debe enfrentar la nación euroasiática es
el cumplimiento del Protocolo de Ankara, exigido por las autoridades
europeas, entre el paquete de condiciones y reformas incluidas en la
carrera por la adhesión.
En virtud de dicho acuerdo, Turquía está obligada a abrir sus
puertos a los barcos chipriotas y griegos, así como permitir el
tráfico de aviones. El gobierno turco se opone a acatar el protocolo
a menos que la UE levante el embargo impuesto contra la zona norte
de Chipre, ocupada desde 1974 por el ejército otomano.
Con 76,8 millones de habitantes, el país transnacional y
mediterráneo es miembro de la OTAN y se reserva el privilegio como
ruta clave en el tránsito de agentes energéticos entre Asia y Europa
central y occidental.
El grueso de analistas sostiene que el ingreso de Turquía a la UE
implicará años, incluso bajo el escenario más optimista, y no podrá
unirse al bloque europeo antes de 2013, según pronósticos.