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¡Voluntarios!

ALFONSO NACIANCENO, enviado especial

El deporte es vida, juventud, plenitud de condiciones físicas y mentales que contribuyen a crear un espíritu de camaradería, hermandad entre hombres y mujeres.

Hoy día, cuando el mundo está interconectado o se globaliza (para emplear el término en boga) no se concibe una actividad de grandes magnitudes, en cualquier esfera de la vida cotidiana, sin la colaboración entre los interesados. En ese quehacer, los Voluntarios han reclamado un lugar preferente.

En unos Juegos Olímpicos, por ejemplo, además de convertirse en los mejores propagandistas de las bondades propias del país anfitrión, sirven, esencialmente, como guías de los forasteros que mucho quieren saber en el breve lapso de dos semanas. El voluntario es una especie de bastón para el "débil visual" que quizá esté muy cerca del faro, pero no ve su luz. Y es ese joven diligente, amable, conocedor, quien le indica el lugar o la acción correcta que debe realizar para cumplir su deseo.

El Campeonato Mundial Masculino de Voleibol, organizado por diez ciudades italianas entre el 25 de septiembre y el próximo 10 de octubre, no ha sido la excepción. Conversando con Marta, una bella voluntaria, estudiante de Idiomas en la Universidad de Milán, supimos que el Comité Organizador del evento lanzó una convocatoria por Internet, en la que los aspirantes a asumir esa responsabilidad en la cita del orbe debían enviar a vuelta de correo electrónico un resumen de sus conocimientos y experiencia en torneos anteriores.

Marta (22 años de edad) no trabajó sola en la sede milanesa, vino junto a su hermana Giulia (20), además de que los padres de ambas trabajaron en un stand que repartía souvenires relacionados con el Mundial. No negamos que, durante los días del certamen en aquella ciudad, Marta y Giulia discutieron en varias ocasiones, porque la primera era la guía de la delegación cubana y su hermana estaba al tanto del equipo de Serbia.

Son cientos los muchachos comprometidos con este clásico. En cada sede usted los identifica por su vestimenta deportiva color azul oscuro, y, por supuesto, se destacan por su afán de ayudar al visitante, para que la competencia transite por un cauce de amistad, de hermandad.

Entre los voluntarios hallamos estudiantes de quinto año de Medicina, como Claudia; o principiantes en Economía, Arquitectura y no se sabe cuántas especialidades. Todos se esfuerzan por lo mismo: atender bien a los participantes en el Campeonato Mundial de voli 2010.

 

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