El presidente
venezolano, Hugo Chávez, rechazó el intento de golpe de Estado
contra su par ecuatoriano, Rafael Correa, a quien manifestó su
solidaridad ante los recientes acontecimientos, reportó PL.
Están tratando de tumbar al presidente Correa, alerta a los
pueblos de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América
(ALBA), alerta a los pueblos de UNASUR (Unión de Naciones
Suramericanas), advirtió el dignatario.
El presidente venezolano denunció que fuerzas oscuras de la
derecha estaban detrás del intento de golpe de Estado. Se trata de
una operación que trasciende cualquier conflicto salarial, es una
acción planificada con antelación, preparada por fuerzas oscuras y
sus lacayos, insistió el estadista en contacto telefónico con el
canal mutiestatal Telesur.
El zarpazo contra Ecuador es un golpe contra el ALBA, contra los
países progresistas, contra la UNASUR, dijo.
Añadió EFE que el jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales,
calificó como "vergonzosa conspiración" la que enfrentó su colega de
Ecuador, obra de "políticos que no gozan del apoyo del pueblo".
"Este es un nuevo intento por evitar a la fuerza y por la
violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable cambio
revolucionario en toda América Latina", dice una carta enviada por
Morales a Correa.
Igualmente, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, expresó su
más enérgico rechazo a la sublevación de sectores armados en el
Ecuador y manifestó su solidaridad con el líder de la Revolución
Ciudadana, notificó PL.
Asimismo, el nicaragüense Daniel Ortega, denunció el "nuevo
intento de golpe de Estado" y llamó a los gobiernos de la región a
movilizarse y respaldar al gobernante agredido.
El líder sandinista expresó su rechazo contra "la situación que
fuerzas derechistas ecuatorianas alentadas por los sectores más
reaccionarios de los Estados Unidos han generado en ese país
hermano". Por ello, demandó al mandatario de Estados Unidos, Barack
Obama, que condene "por su nombre" el "intento de golpe de Estado"
en Ecuador.
"Yo le digo al presidente Obama: condene ese intento de golpe de
Estado, ese hecho criminal y terrorista que se está cometiendo, de
tener al presidente de Ecuador secuestrado después de haberle
lanzado bombas lacrimógenas", dijo Ortega.
También la Cancillería argentina emitió una nota oficial en la
que remarca "su confianza en la institucionalidad democrática del
hermano país y en la autoridad política del presidente
constitucional para encontrar el mejor encauzamiento en defensa de
los altos intereses del pueblo y el Gobierno".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "firme
respaldo" al Gobierno de Ecuador y su preocupación por la seguridad
personal del presidente Correa, tras los violentos disturbios
protagonizados por policías y militares.
Se sumaron al respaldo del Ejecutivo ecuatoriano los gobiernos de
El Salvador, Guatemala, Paraguay, Brasil, Chile, España y Rusia. Los
presidentes de Colombia y Perú, Juan Manuel Santos y Alan García,
respectivamente, cerraron las fronteras con Ecuador como medida
política para reforzar el apoyo al presidente Correa.
Mediante una nota oficial, el Grupo de Río, cuya secretaría pro
témpore es asumida por Chile, expresó su total apoyo al gobierno
legítimo de Rafael Correa, y manifestó su "rechazo a toda situación
que implique el uso indebido de la fuerza y que comprometa la
estabilidad política o la institucionalidad democrática de Ecuador",
apuntó PL.
Los integrantes del ALBA condenaron en un comunicado "la
insubordinación de grupos de la Policía Nacional a las autoridades y
a las leyes del Ecuador" y exigieron "que se le garantice de
inmediato al presidente Rafael Correa el pleno ejercicio de sus
facultades como Jefe de Estado", informó EFE.
El secretario general de la UNASUR y ex presidente de Argentina,
Néstor Kirchner, expresó su respaldo al presidente Correa, con "un
fuerte abrazo", al hablar durante un acto en la localidad de
Concordia, publicó la agencia Télam. "Pido desde acá a toda América
Latina un fuerte apoyo a Correa y a la democracia ecuatoriana",
exclamó.
La actual mandataria del país, Cristina Fernández, se encontraba
ultimando los preparativos para recibir a los mandatarios
sudamericanos de UNASUR que en horas de la noche se reunirían en la
Cancillería para tratar la situación de Ecuador.
Al anochecer, la situación comenzaba a normalizarse en algunas
regiones. De acuerdo con ANSA, el aeropuerto de Quito reanudó sus
actividades, después de estar afectado por militares sublevados.
Al cierre, los presidentes de Sudamérica aún se encontraban en
Buenos Aires, capital de Argentina, debatiendo sobre la crisis
generada en Ecuador en una reunión de urgencia de la UNASUR.