SANTIAGO DE CUBA.— La fuerza y la sensualidad de la cultura
africana traducidas al movimiento se aprecian en Lambarena,
coreografía del Premio Nacional de Danza, Eduardo Rivero, estreno de
la compañía Teatro de la Danza del Caribe, en el teatro Heredia, de
esta ciudad.
Inspirada en las festividades precoloniales de una aldea de ese
nombre en Gabón, Rivero reafirmó su interés en el arte africano,
como matriz de la identidad caribeña.
Enérgica y alegre, Lambarena es una remembranza de las
fiestas en que la realeza y los aldeanos se reunían para cantar y
bailar a los dones de la vida y la naturaleza, ataviados con sus
mejores galas. A través del énfasis en los movimientos ondulantes y
percutidos de caderas y brazos, semejando los bailes de origen
yoruba y arará, el autor realizó un despliegue espectacular.
Para la banda sonora, el maestro escogió la grabación del
proyecto titulado Lambarena-Bach to Africa, que hace unos
años rindió homenaje al médico, filósofo y organista alemán Albert
Schweitzer (1875-1965), con la participación del compositor francés
Hughes de Courson, el guitarrista gabonés Pierre Akendengué, y
músicos de Alemania, Argentina y Gabón.