La perforadora T-130, del
denominado Plan B de rescate, avanza sin contratiempos en la mina
San José de Chile, rumbo al refugio donde sobreviven 33 trabajadores
desde el pasado 5 de agosto.
Luego de estar detenida por más de 15 horas por una nueva rotura,
la máquina se acercó anoche a los 200 metros de profundidad, de un
total de 700 que deberá recorrer como parte de la ampliación del
túnel por donde deben salir los mineros.
El ingeniero René Aguilar, coordinador de las tareas de
perforación, aseguró que la T-130 está funcionando perfectamente,
aunque sus martillos tienden a quebrarse debido a la complejidad de
la tarea y a las características del yacimiento.
El sábado hizo su arribo a la veta San José la primera de las
tres jaulas o cápsulas que serán utilizadas para la salida de los
atrapados, las que llevarán un tubo de oxígeno y otros aditamentos
con el fin de garantizar la máxima seguridad en la operación de
rescate.
"Esto se va a terminar cuando se termine", dijo ese mismo día el
ministro de Minería, Laurence Golborne, acerca de especulaciones
sobre la fecha del rescate definitivo, estimada hasta el momento en
los primeros días de noviembre.