La recuperación de la infraestructura ferroviaria se encuentra
entre las prioridades del país. Para la rehabilitación de la línea
férrea —esencialmente la Vía Central— se ha concebido un cronograma
de ejecución que va desde el 2010 hasta el 2013.
Las labores a ejecutar en ese periodo abarcan el inicio de la
construcción del sistema de comunicaciones con fibra óptica, la
modernización de la fábrica de traviesas y de la planta de soldar
carriles, la construcción de un nuevo molino de piedras en la
cantera de Guáimaro, la adquisición de 200 motores de vías, cuatro
máquinas ingenieras, y herramientas y equipos que humanizan el
trabajo de los obreros de vías, y el restablecimiento de la
señalización vertical, entre otras faenas.
Para apoyar el trabajo de las brigadas de reparación y
mantenimiento de vías, se han incorporado hasta la fecha 700
soldados del Ejército Juvenil del Trabajo. En estos momentos se
ejecutan inversiones con el objetivo de garantizar las condiciones
para incorporar otros 1 300 en el mes de noviembre.
Precisamente el mal estado de las vías, unido a las negligencias
e indisciplinas de las tripulaciones de los trenes, son causas
esenciales en la ocurrencia en lo que va de año de 426 incidentes
que afectaron la seguridad de movimiento de los trenes; de ellos 18
con categoría de accidentes, según informó Rolando Navarro
Hernández, director general de la Unión de Ferrocarriles de Cuba.
El 42,2% de los sucesos fueron ocasionados por negligencias e
indisciplinas de las tripulaciones de trenes, y el 20,8% tuvo su
origen en el atropellamiento de personas, ganado, choques en pasos a
nivel y otras causas externas al ferrocarril.
El resto (37, 5%) fue motivado por el mal estado de la vía
férrea, fundamentalmente en los patios ferroviarios, puertos,
refinerías y accesos comerciales con un alto tráfico.