Localizar
en La Clarita a Emiliano Vera Fernández es tarea sencilla. El
historial revolucionario de este guajiro de 78 años, y en especial
su desempeño como dirigente cederista, lo han hecho merecedor del
respeto y la admiración de los pobladores de esta comunidad serrana,
perteneciente al municipio guantanamero de Yateras.
"Había cumplido 28 años cuando Fidel convocó a constituir los
Comités de Defensa de la Revolución. Era mi oportunidad para sumarme
a las tareas revolucionarias y no vacilé un instante", rememora
Emiliano.
Reseña que parte de su familia, entre ella dos hermanos, fueron
combatientes del Ejército Rebelde y que él, aunque fue colaborador,
sentía cierta deuda con la naciente Revolución. Eso me motivó a
formar mi CDR de inmediato, el número cuatro de la Zona 10, del cual
fui su primer responsable de vigilancia.
"En este casi medio siglo de vida cederista, la mayor parte del
tiempo me desempeñé como coordinador de la Zona, pero desde hace
seis años soy presidente del Comité, que lleva el nombre de Reynaldo
Góngora, rebelde caído en el primer combate por la toma del cuartel
del poblado de Jamaica".
Dice Emiliano que los días de formación de los CDR fueron
luminosos. "Aquí, en Yateras, la gente respondió masivamente al
llamado de Fidel y desde los primeros momentos centró sus esfuerzos
en la vigilancia, para estrecharle el cerco a la contrarrevolución,
y en el apoyo a la economía. Recuerdo que en las movilizaciones
agrícolas voluntarias solo quedaban en las casas los niños y los
ancianos".
Sobre las campañas difamatorias de siempre en contra de los CDR
opina que son "resultado de mucha impotencia. La Revolución es obra
de la gran mayoría de los cubanos, defenderla es un deber sagrado,
no importa lo que piense el enemigo", responde con lucidez.
Entre otros méritos este labriego, jubilado del sector
agropecuario, atesora el de haber sido combatiente de la lucha
contra bandidos y machetero en 18 zafras azucareras. Desde hace 47
años es militante del Partido.
A sus casi 80 años Emiliano continúa aportando su esfuerzo en
apoyo a campesinos de la zona, y en la recogida de las plantaciones
de café sembradas en su patio para el autoconsumo. "Así, haciendo
algo, me mantengo en forma y sigo aportando al país", sentencia.