Hace 50 años Fidel estuvo por primera vez en la
ONU. Con valor y con inteligencia (II)
Día 26: El discurso de Fidel en la ONU
¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá
desaparecido la filosofía de la guerra!
Eugenio Suárez Pérez
El
lunes 26 de septiembre de 1960 pasará a la historia como el día en
que Fidel hiciera su primera intervención en la ONU. Exactamente a
las 2:40 de la tarde, el jefe de la Revolución arribó a la entrada
principal del edificio de las Naciones Unidas.
Cuando tocó su turno, Fidel se puso en pie y con largos pasos se
dirigió hacia la tribuna. Tomó dos sorbos de agua y comenzó su
histórico discurso. Eran las 2:57 de la tarde. No había en Cuba un
solo aparato de radio y televisión que no recogiera la imagen y la
voz de Fidel. Al siguiente día, el discurso fue reproducido por el
periódico Revolución.
Los temas abordados por Fidel fueron variados, pero comenzó
así:
Algunos pensarán que estamos muy disgustados por el trato que
ha recibido la delegación cubana. No es así. Nosotros
comprendemos perfectamente el porqué de las cosas. Por eso no
estamos irritados ni nadie debe preocuparse de que Cuba pueda
dejar de poner también su granito de arena en el esfuerzo para
que el mundo se entienda.
Eso sí, nosotros vamos a hablar claro.
Varias preguntas hizo Fidel sobre las agresiones recibidas
por la delegación cubana, y al dirigirse a los presentes dijo:
Quizás ninguno de ustedes, señores delegados, [¼
] a su llegada a esta ciudad de Nueva York haya tenido que sufrir
tratos personalmente vejaminosos, físicamente vejaminosos, como tuvo
que sufrir el Presidente de la delegación cubana.
Las verdades de Cuba se escucharían aquel día en la ONU:
Me limito a decir la verdad. Era hora también de que nosotros
tuviéramos la oportunidad de hablar. Sobre nosotros han estado
hablando desde hace muchos días, han estado hablando los periódicos,
y nosotros en silencio. Nosotros no podemos defendernos de los
ataques aquí, en este país. Nuestra oportunidad para decir la verdad
es esta, y no dejaremos de decirla.
Fidel se refirió a algunos de los incidentes ocurridos en estos
días, en especial al que dio lugar a la muerte de una niña y se
quiso culpar a la delegación cubana. También recordó cómo fueron los
cubanos obligados a abandonar uno de los hoteles de Nueva York
mientras un hotel humilde de los negros de Harlem, les dio
alojamiento.
Más adelante, Fidel explicó cómo Cuba se convirtió en una colonia
de Estados Unidos; destacó los años de lucha de los cubanos por
alcanzar su independencia, lo que encontró la Revolución al llegar
al poder, la alternativa del Gobierno Revolucionario ante esa
situación y la contribución del Gobierno de Estados Unidos a la
dictadura batistiana.
Luego, recuerda los primeros pasos del Gobierno
Revolucionario una vez que alcanzó el poder y se detuvo en la
Ley de Reforma Agraria, cuando dijo:
Sin reforma agraria, nuestro país no habría podido dar el primer
paso hacia el desarrollo. Y, efectivamente, dimos ese paso: hicimos
una reforma agraria. ¿Era radical? Era una reforma agraria radical.
¿Era muy radical? No era una reforma agraria muy radical. Hicimos
una reforma agraria ajustada a las necesidades de nuestro
desarrollo, ajustada a nuestras posibilidades de desarrollo
agrícola.
Y aquí, señaló Fidel, surgió la primera dificultad verdadera,
pues inmediatamente el Departamento de Estado norteamericano planteó
el problema del pago de las tierras intervenidas:
¿Cómo íbamos a pagar? Por supuesto, lo primero que había que
preguntar era con qué íbamos a pagar, no cómo, sino con qué.
¿Conciben ustedes que un país pobre, subdesarrollado, con 600 000
desempleados, con un índice tan alto de analfabetos, de enfermos,
cuyas reservas han sido agotadas, que ha contribuido a la economía
de un país poderoso, con 1 000 millones en 10 años, pueda tener con
qué pagar las tierras que iban a estar afectadas por la ley agraria,
o al menos pagarlas en las condiciones que querían que se pagaran?
Y destaca Fidel:
¿Qué nos planteó el Departamento de Estado norteamericano, como
aspiraciones de sus intereses afectados? Tres cosas: el pronto
pago..., "pago pronto, eficiente y justo". ¿Ustedes entienden ese
idioma? "Pago pronto, eficiente y justo." Eso quiere decir: "Pago
ahora mismo, en dólares y lo que nosotros pidamos por nuestras
fincas".
A continuación, el líder revolucionario argumentó las
circunstancias en que se ha desenvuelto el proceso revolucionario
cubano, cómo comenzaron las amenazas contra Cuba: los bombardeos
sobre los centrales azucareros y otras acciones terroristas
procedentes de Estados Unidos, las agresiones económicas y los
intentos que Cuba ha hecho en el seno de la OEA para condenarlas.
Y, sin embargo, la Revolución Cubana está cambiando lo que ayer
fue un país sin esperanzas, un país de miseria, un país de
analfabetos [¼ ] y, en el próximo año,
nuestro pueblo se propone librar su gran batalla contra el
analfabetismo, con la meta ambiciosa de enseñar a leer y escribir
hasta el último analfabeto en el próximo año, y, con ese fin,
organizaciones de maestros, de estudiantes, de trabajadores, es
decir, todo el pueblo, están preparándose para una intensa campaña y
Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses
pueda decir que no tiene un solo analfabeto.
Después de detallar los logros de veinte meses, hizo una
invitación a cualquier compañero de las Naciones Unidas o
periodistas para que conozcan la realidad cubana.
El Primer Ministro cubano pasó a explicar que el Gobierno de Cuba
siempre ha estado dispuesto a discutir sus problemas con el gobierno
de Estados Unidos, pero el gobierno de Estados Unidos, nunca ha
querido discutir sus problemas con Cuba.
Fidel
denuncia que el gobierno de Estados Unidos está promoviendo la
organización de movimientos subversivos contra el Gobierno
Revolucionario de Cuba y que, por ejemplo, en una isla del Caribe,
que pertenece a Honduras y que se conoce con el nombre de la Isla
Cisne, Estados Unidos se ha apoderado "manu militari" de esa isla; y
violando los convenios internacionales de radio, ha establecido una
potente emisora de radio, que ha puesto en manos de los criminales
de guerra y de los grupos subversivos que mantiene en este país y
que allí se están haciendo, además, prácticas de entrenamiento para
promover la subversión y promover desembarcos armados en Cuba.
Otros peligros que preocupan a Cuba son expuestos por el jefe de
la Revolución, cuando explica la existencia de una base naval en
territorio cubano, y este riesgo se multiplica, si el gobierno de
Estados Unidos toma como pretexto esa base, para promover una
autoagresión que justifique un ataque a nuestra nación, y reitera,
"Y esa preocupación por parte nuestra es cada vez mayor, debido a
que es mayor la agresividad y son más alarmantes los síntomas".
Fidel llama la atención a la ONU para que esté bien informada
de los acontecimientos provocados por Estados Unidos contra
Cuba, y dijo:
Nosotros tenemos que explicar muy claramente todos estos
problemas, porque en ello va la seguridad y la suerte de nuestro
país. Y por eso, pedimos que quede constancia bien clara de estas
palabras, sobre todo, si se tiene en cuenta que no tiene traza de
mejorarse la opinión o la interpretación errónea que acerca de los
problemas de Cuba tienen los políticos de este país.
Para argumentar sus palabras pone de ejemplo las asombrosas
declaraciones recientes de uno de los candidatos presidenciales
de Estados Unidos, John F. Kennedy, al expresar que se debe usar
toda la fuerza de la OEA para impedir que Castro interfiera con
otros países latinoamericanos; que las fuerzas que luchan por la
libertad en el exilio y en las montañas en Cuba —refiriéndose a
los contrarrevolucionarios—, deben ser sostenidas y ayudadas;
asimismo, dejó sentado que su intención es, no permitir que la
Unión Soviética convierta a Cuba en su base en el Caribe, y
aplicar la doctrina de Monroe; al mismo tiempo reiteró que se
propone defender su derecho a la Base Naval de Guantánamo.
Después de sancionar tales manifestaciones, Fidel expuso:
En
Nueva York, Fidel se entrevistó con varios jefes de Estados, entre
ellos el egipcio Gamal Abdel Nasser, Presidente de la República
Arabe Unida.
De todos modos, es desalentador, y nadie piense, sin embargo, que
estas opiniones sobre las declaraciones de Kennedy indiquen que
nosotros sentimos ninguna simpatía por el otro, el señor Nixon
(RISAS), que ha hecho unas declaraciones similares. Para nosotros,
los dos carecen de seso político.
En ese momento el Presidente de la Asamblea interrumpe, muy
diplomáticamente, al Primer Ministro diciéndole que no es necesario
considerar las condiciones personales de los candidatos en las
elecciones al Gobierno de Estados Unidos.
La respuesta de Fidel fue:
Señor Presidente: no es nuestra intención faltar absolutamente en
nada a las reglas que determinan nuestra conducta en las Naciones
Unidas, y, por lo pronto, puede contar perfectamente con mi
colaboración para evitar que sean malinterpretadas mis palabras. No
tengo ningúna intención de ofender a nadie; es un poco una cuestión
de estilo, y, sobre todo, una cuestión de confianza con la Asamblea.
De todas formas, trataré de evitar malas interpretaciones.
Después de exponer los problemas de Cuba, el jefe de la
Revolución cubana abordó los problemas que preocupan a otros
pueblos del mundo, en especial la paz, y dijo:
Para qué darle más vuelta a la cuestión. Este es el quid de
la cosa, incluso, el quid de la paz y de la guerra, el quid de
la carrera armamentista o del desarme. Las guerras, desde el
principio de la humanidad, han surgido, fundamentalmente, por
una razón: el deseo de unos de despojar a otros de sus riquezas.
¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la
filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca
la explotación de los países por los monopolios, y entonces la
humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!
Mientras ese paso no se da, mientras esa etapa no se alcanza, el
mundo tiene que vivir constantemente bajo la pesadilla de verse
envuelto en cualquier crisis, en una conflagración atómica. ¿Por
qué? Porque hay quienes están interesados en mantener el despojo,
hay quienes están interesados en mantener la explotación.
Más adelante, Fidel destacó que en el discurso del Presidente
de Estados Unidos, había algo inadmisible, y lee:
"En las zonas en desarrollo debemos tratar de promover cambios
pacíficos, así como asistir a que lleven a cabo su progreso
económico y social. Para hacer esto, para conseguir ese cambio, la
comunidad internacional debe poder manifestar su presencia en los
casos de necesidad, mediante el envío de observadores o de fuerzas
de las Naciones Unidas".
Esas "zonas de desarrollo" señaló Fidel, son la América
Latina, el África, Asia y Oceanía, y acto seguido recordó que el
Secretario General ha sugerido que los Estados miembros deben
mostrarse dispuestos a hacer frente a futuras peticiones de las
Naciones Unidas, para que contribuyan al mantenimiento de dichas
fuerzas, y tajantemente dijo:
Deseamos expresar aquí que la delegación cubana no está de
acuerdo con esa fuerza de emergencia en tanto todos los pueblos del
mundo no puedan sentirse seguros de que no son para ponerlas al
servicio del colonialismo y del imperialismo, y mucho menos cuando
cualquiera de nuestros países, puede ser en cualquier instante
víctima del uso de esa fuerza contra el derecho de nuestros pueblos.
Fidel, a partir de las propuestas hechas sobre el desarme total y
completo por varias delegaciones en sus intervenciones, criticó al
gobierno de Estados Unidos porque no quiere discutir ese tema en la
Asamblea, y proclamó que todo el mundo ponga las cartas sobre la
mesa, para que se sepa quiénes quieren y quiénes no quieren el
desarme.
Otro tema que planteó Fidel fue el problema de la República
Popular China, exigiendo que en el seno de la Asamblea se discuta el
ingreso de ese país a la ONU, pues es una negación de la razón de
ser de las Naciones Unidas y de su esencia el que ni siquiera se
haya entrado a discutir ese problema aquí. ¿Por qué?, preguntó Fidel
y respondió: "Porque es la voluntad del gobierno de Estados Unidos.
¿Por qué la Asamblea de las Naciones Unidas va a renunciar su
derecho a discutir ese problema?
Luego, recalcó, no se acepta a una nación que representa una
cuarta parte del mundo, y sin embargo, se mantiene otro régimen, en
medio de una guerra civil, que interrumpió la intromisión de la
Séptima Flota de Estados Unidos.
Al hacer su análisis, Fidel, expresó que ha sido franco —sin
franquismo—, recordando que en la ONU están los representantes de
Franco por España.
Casi para concluir, Fidel trató otro tema de sumo interés,
cuando expresó:
Hay que enseñarle a la opinión mundial, que incluye, por tanto, a
la opinión norteamericana, a comprender los problemas desde otro
ángulo, desde el ángulo de los demás. No presentarnos siempre a los
pueblos subdesarrollados como agresores, a los revolucionarios como
agresores, como enemigos del pueblo norteamericano. Nosotros no
podemos ser enemigos del pueblo norteamericano, porque hemos visto
norteamericanos como Carleton Beals, o como Waldo Frank, a ilustres
y distinguidos intelectuales como ellos, salírseles las lágrimas
pensando en los errores que se cometen, en la falta de hospitalidad
que particularmente se cometió con nosotros.
Por último, expuso la posición y la línea de la Revolución
cubana:
Estamos, en fin, con todas las nobles aspiraciones de todos los
pueblos. Esa es nuestra posición. Con todo lo justo estamos y
estaremos siempre: contra el coloniaje, contra la explotación,
contra los monopolios, contra el militarismo, contra la carrera
armamentista, contra el juego a la guerra. Contra eso estaremos
siempre. Esa será nuestra posición.
Allí en la Asamblea presentó Fidel, los aspectos cardinales de la
Declaración de La Habana. Después de dar lectura a la parte esencial
de este documento, dijo: "Algunos querían conocer cuál era la línea
del Gobierno Revolucionario de Cuba. Pues bien, ¡esta es nuestra
línea!".
Fidel concluyó su intervención a las 8:15 de la noche con una
prolongada ovación, y fue interrumpido durante su intervención, unas
30 veces, por ovaciones de los delegados a la Asamblea General de la
ONU.
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