"Como la mayoría de los cubanos, el 28 de septiembre de 1960, en
horas de la noche, escuché por la radio las palabras del Comandante
en Jefe Fidel Castro. Y me dije, ahora sí que la contrarrevolución
va a tenérsela que ver con el pueblo.
"Lo que sí no pude ni imaginar entonces fue que pocas horas
después me convertiría en el primer coordinador de los Comité de
Defensa de la Revolución (CDR) en Cienfuegos", recuerda Andrés
García Suárez, al cabo de medio siglo de creada la mayor
organización de masas del país.
Rememora Andrés aquellos momentos fundacionales cuando pocos
conocían a ciencia cierta cómo funcionaría.
"Pensaba que sería algo así como un grupo para el trabajo secreto
contra el enemigo, pero cuando llegué a los barrios vi que la gente
tenía organizados sus comité, de forma masiva y públicamente. Fue el
pueblo, con su inteligencia y deseos de apoyar al naciente Estado,
el que dio las primeras lecciones".
Relata que pronto 18 000 cienfuegueros del municipio cabecera
estaban agrupados en 3 000 CDR, pues por iniciativa propia hubo
cuadras que crearon organizaciones de base en las dos aceras y
también uno por edificio.
¿Cuál fue el momento más complejo?
"Organizar los comité en Cumanayagua. La contrarrevolución
escogió este pueblo de trampolín para los que iban a alzarse a las
lomas del Escambray. La tarea resultó difícil pero constituimos los
CDR y le cerramos el paso al enemigo".
¿Los más gratificantes?
"La pujanza del pueblo, la unidad en torno a la Revolución.
Creamos un espacio radial para orientar y movilizar a los cederistas,
le nombramos ‘Con la guardia en alto’. Se trasmitía entonces
por Radio Tiempo todos los días a las cinco de la tarde y tuvo
récord de audiencia por más de un año.
"Recuerdo también con gran satisfacción cuando se nos dio la
misión de distribuir alimentos y otros productos de primera
necesidad. Eran las propias familias las que pedían se atendieran a
los más humildes y necesitados. Nunca se desvió un solo recurso".
¿En su opinión cuáles son los principales logros de los CDR?
"Haber calibrado bien la unidad de las masas como la mayor fuerza
de nuestro proceso. Gracias a esa visión, la vigilancia
revolucionaria es el principal valladar para detener al actividad
enemiga".
A la luz de hoy, ¿qué deben tener presente los CDR?
"Un mayor enfrentamiento en el barrio a las ilegalidades, nuestro
principal enemigo interno. Seguir consolidando el rescate de valores
con la influencia de todos los cederistas, y por supuesto la
familia. Y transmitir esa historia a las nuevas generaciones".