El ex ministro del Interior de Bolivia, Luis Arce Gómez,
encarcelado en La Paz, aseguró que está dispuesto a revelar el
paradero de las personas desaparecidas durante la dictadura de Luis
García Meza (1980-1981), reporta Prensa Latina.
Con el fin de renegociar su condena, el hombre fuerte de ese
régimen y artífice del despegue del narcotráfico declaró que dirá
toda la verdad acerca de los acontecimientos que rodearon el golpe
de Estado del 17 de julio de 1980, que terminó con el mandato de la
presidenta Lidia Gueiler.
La información prometida por Arce Gómez pudiera contribuir a
descubrir el destino final de los cadáveres de dirigentes asesinados
en medio de esos tenebrosos acontecimientos, particularmente el del
líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, según la Radio Fides.
Fuentes históricas recuerdan que los paramilitares intervinieron
la sede de la Central Obrera Boliviana, secuestraron y asesinaron a
este y otros dirigentes sindicales y pese al tiempo transcurrido,
nunca se supo de su paradero.
El llamado ministro de la cocaína retornó al país en julio de
2009 -deportado por Estados Unidos- para cumplir 30 años en prisión,
sin derecho a indulto, por delitos de lesa humanidad.
Al regresar, fue recluido en la cárcel de máxima seguridad de
Chonchocoro, en La Paz, donde coincidió con García Meza, también
condenado en 1993.
Arce Gómez incurrió en múltiples actos de corrupción, pero esos
delitos resultan menores ante la tortura y asesinato del sacerdote
Luís Espinal y de militantes del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria, según defensores de los derechos humanos.
Testigos de la época recordaron que Arce Gómez disfrutó de una
licencia para matar y agregaron que, dando pormenores de sus actos
macabros y delatando al ex fiscal Jorge Gutiérrez por su supuesta
participación en los crímenes cometidos a raíz del golpe militar,
sólo pretende minimizar su sentencia.