Los "plataneros" de Güira de Melena "pican" alto al rebasar en esta cosecha las 17 toneladas por hectárea, llevar su empresa a la cima habanera y ubicarla entre las mejores del país de ese cultivo.

Dirigentes de la Agricultura en la provincia confirmaron que hasta los inicios de septiembre esa entidad había comercializado 4 428 toneladas de plátano vianda, 339 de fruta y 239 del llamado burro o fongo. Esta entrega deja atrás el resultado de la campaña anterior, y puede aumentar en septiembre al sumar otras 2 500 toneladas.

La atención sistemática a las plantaciones es el arma fundamental para lograr un alto rendimiento por hectárea.

En el rendimiento agrícola las posibilidades son mayores. Varias fincas de la propia entidad superan las 20 toneladas por hectárea. Una de ellas, la San Andrés de la Cooperativa de Crédito y Servicios Primero de Mayo, demuestra que aún en amplias extensiones —dedican más de 10 hectáreas al plátano— pueden obtenerse resultados como esos.

Allí la política de utilizar racionalmente la fuerza laboral no es tarea pendiente, pues solo cuatro productores se encargan de darle a los plantíos toda la atención que demandan.

Dar el golpe a tiempo

La experiencia de Cecilio Juan López en ese cultivo era mínima, pero le bastó con aplicar correctamente la técnica y darle a la planta la atención a tiempo. Su finca la Porraspita, aunque con mucho menos tierras sembradas de plátano, rebasa las 25 toneladas por hectárea.

Por haber sufrido más de una vez el alto costo que generan las "trampas" del clima, los productores siguen atentos los partes del Instituto de Meteorología sobre los ciclones que rondan nuestro archipiélago, mientras desarrollan esta favorable temporada.

Ellos esperan en que los vigorosos y saludables campos que hoy aparecen en su mapa agrícola, obra de la consagración de muchos, no sean otra vez víctimas de los huracanados vientos, aunque en la estrategia hacia el futuro, pudieran utilizar más el resguardo forestal.

Después de que el Charlie azotara el territorio en el 2004 y cuando apenas habían comenzado la fase de recuperación, otros dos fenómenos registrados en el segundo semestre del 2008 multiplicaron los destrozos. En esas adversas condiciones arrancaron de cero para devolverle vida a esta plantación de ciclo largo. Fueron los meses del bache en el plátano y otras viandas: una historia conocida.

Con premura las dos granjas estatales, las tres Unidades Básicas de Producción Cooperativa, las tres Cooperativas de Producción Agropecuaria y las ocho de Crédito y Servicios que conforman la empresa del municipio, reordenaron fuerzas y en corto tiempo habían sembrado 500 hectáreas. El ritmo no se detuvo. Hoy pasan de 1 000 las hectáreas de plátano vianda, otras 137 del llamado burro o fongo y 111 de fruta, con un sistema que evita concentrarla entre junio y agosto.

A especialistas y dirigentes no les gusta hablar de pronósticos pero estiman que las condiciones están creadas para alcanzar en el 2011 —salvo un imponderable— unas 10 000 toneladas de los tres tipos.

Sembrar todos los meses

Explicó el ingeniero Tomás Rodríguez López, jefe de producción de la empresa, que sembrar todos los meses facilita suministrarle a la población, en mayor o menor escala, vianda todo el año.

Gracias a su sostenido progreso en la diversificación, la agropecuaria de Güira de Melena es de las primeras en volúmenes al lograr este año 137 994 toneladas de viandas, granos, hortalizas y frutas. Rodríguez apunta que si se cumplen las exigencias tecnológicas y el clima ayuda, "las buenas cosechas tienden a repetirse".

Productores consultados estiman que debe ser cuestión de principios la fertilización con materia orgánica, atacar la Sigatoca Negra (el problema fitosanitario más grave que enfrenta ese cultivo internacionalmente) para aminorar los daños por la enfermedad y evitar la maduración temprana del fruto.

El futuro del plátano y los altos rendimientos demandan, también, mejorar las semillas procedentes de las vitroplantas, capaces de disminuir los daños de plagas y enfermedades.