Por
los días en que se entrecruzan las conmemoraciones bicentenarias de
México y Chile, una creadora que reúne raíz y estancia en ambos
países, Beatriz Aurora Castedo puebla con sus imágenes la galería
Mariano, espacio de la Casa de las Américas ubicado en 15 entre B y
C, en el Vedado, que atesora de modo permanente la colección de arte
popular de la institución.
Quienes entran en contacto con la obra de la Castedo se dan
cuenta de que el ámbito para su exhibición en Cuba no puede ser más
pertinente: las imágenes de la pintora encuentran más de una
correspondencia con el sentido de resistencia y la estética de las
culturas populares de Nuestra América.
Bajo el título Ya se mira el horizonte, se muestran piezas
de medianas dimensiones en las que predominan la ilustración, la
referencia anecdótica, la fabulación.
Entre el origen de la artista —ese Chile donde textiles y objetos
de barro conforman una iconografía de poético linaje— y su destino
—el sudeste mexicano, donde la cultura chiapaneca encuentra sólidos
pilares en los cueros repujados de Arriaga y la cerámica de Tonalá—,
la Castedo ha sabido proyectar dicha herencia hacia un contenido
social y político explícito, alimentado por una experiencia que va
de la militancia en la izquierda revolucionaria chilena a la
convivencia con comunidades zapatistas.
Colores vivos, guiños poéticos, desenfado y optimismo se aprecian
en las imágenes de una artista que tiene muy claro el sentido de la
comunicación y el propósito de cada una de sus realizaciones.
Beatriz Aurora Castedo alienta desde su pintura. En una reciente
entrevista para la publicación digital El Clarín le preguntaron cómo
haría un cartel de la realidad de su país de origen y respondió: "Al
fondo la cordillera, adelante el mar con sus pescadores de barquitas
de madera, en vez de los buques ladrones de las transnacionales, y
en medio pondría a muchos mapuches, jóvenes, mineros, obreros,
pobladores, pingüinos de las dos clases, escolares y antárticos, y
le pintaría un marco donde estarían Ernesto Che Guevara, Salvador
Allende, Miguel Enríquez, José Bordas, La Luisa, El Chico, Víctor
Jara, Pablo Neruda y en un lugar muy especial Violeta Parra, la más
grande rebelde de nuestra historia".