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Oro en la basura
Dayana Kindelán y Sergio
Gómez, estudiantes de Periodismo
Casi dos mil años después de que el eunuco Cai Lun, consejero del
emperador chino Hedi, fabricara papel por primera vez, ese material
y sus derivados son más importantes que nunca en la vida moderna.
Pese
a los mecanismos establecidos para la recuperación de materia prima,
buena parte de los desechos de papel y cartón termina en los
basureros.
La producción de bienes a partir del papel depende en gran medida
del reciclaje, práctica que reporta considerables ventajas
económicas y medioambientales. Obtener una tonelada de celulosa,
principal fuente de fibras para confeccionar papel, requiere talar
cerca de 17 árboles adultos. Sin embargo, después de procesadas, las
fibras mantienen sus propiedades y pueden ser recicladas entre tres
y ocho veces antes de deteriorarse.
En almacenes, basureros y hogares, yacen los recursos para
alimentar la industria. Entonces resulta inconcebible que se detenga
o disminuya el quehacer de una sola fábrica por falta de materia
prima.
El
centro comercial Carlos III aporta cerca de dos toneladas de cartón
al mes.
Según Bertha Álvarez Bauzá, vicedirectora general de la Unión de
Empresas de Recuperación de Materias Primas (UERMP), este año la
entidad espera recaudar cerca de 28 000 toneladas de residuos
papeleros. Al cierre de agosto se habían rebasado las 18 400.
Aunque el monto planificado es superior al obtenido en el 2009,
todavía no satisface la demanda. Justamente, la diferencia entre las
necesidades de la industria y los bajos niveles de recuperación ha
provocado que se tenga que importar parte de la materia prima a un
costo entre 180 y 200 USD la tonelada.
O lo que es peor, comprar el producto final en el extranjero,
como sucedió en el año 2006 cuando el Estado adquirió tres millones
de bandejas de huevos al precio de 75 dólares el millar.
De proveer la Unión de Materias Primas el papel y cartón, la
industria solo tendría que erogar 158 pesos en moneda nacional por
cada tonelada.
EL PAPEL DE LA EMPRESA
El sector empresarial es el principal generador de desperdicios
reutilizables. Por eso la Ley 1288 de 1975 obliga a los organismos y
dependencias del Estado a recolectarlos, y enfatiza, en el artículo
6 del Reglamento —dictado con posterioridad a la Ley—, que "no se
podrán incinerar, destruir, enterrar o conducir al vertedero los
desechos de materias primas, productos y materiales
reutilizables...".
Sin embargo, existen entidades que violan la legislación.
Pedro Vicente Pérez Díaz, jefe del Departamento Técnico de la
Unidad Provincial de Recogida y Disposición Final de la Basura,
confirma que camiones procedentes de múltiples empresas desechan
materiales reciclables, entre ellos papel y cartón, en el vertedero
de la calle 100, en Ciudad de La Habana.
Muchas entidades no incluyen el reciclaje dentro de sus
prioridades. Si no, ¿cómo explicar que el Ministerio de Comercio
Interior haya declarado un potencial de 1 020 toneladas y hoy figure
como el más atrasado con la entrega de apenas 90?
EN EL TERRENO
Además de los poligráficos e imprentas, las tiendas constituyen
una de las entidades que generan más desechos de cartón y papel.
Mario Evelio, administrador del Área de Servicios del centro
comercial Carlos III de la capital, asevera que su empresa aporta
cerca de dos toneladas de cartón al mes, las cuales se guardan en un
local donde un grupo de trabajadores las clasifica y procesa, para
luego ser recogidas por la Empresa de Materias Primas Ciudad Habana.
El Hotel Meliá Cohíba, ubicado en la capital, también dedica
acciones para optimizar el proceso de reciclaje. "Tenemos en cada
área de elaboración tanques de clasificación de los desechos
diferenciados por color", refiere Fidel Peraza Escoto, especialista
de Seguridad e Higiene. Este sistema le ha permitido al hotel
entregar de 15 a 20 toneladas anuales de papel y cartón.
No obstante, esas estrategias todavía deben enfrentar trabas
administrativas. Por ejemplo, las empresas tienen que dedicar
recursos humanos y logísticos para asegurar el procesamiento de la
materia prima; pero los 15 pesos en moneda nacional que reciben por
una tonelada de papel y cartón no cubren esos gastos.
A lo anterior se añade el enrevesado sistema de cobro. Ileana
Valera, subdirectora económica del Hotel Meliá Cohíba, expone que a
finales del mes de julio solo aparecía en sus cuentas la facturación
del mes de enero, por un valor de 30 pesos en moneda nacional.
Asimismo, la recogida constituye otro punto neurálgico en el
proceso de reciclaje, donde se intenta aplicar alternativas que
todavía no ofrecen la garantía para el cumplimiento de esta tarea.
LÍNEAS PARALELAS DE LA
RECUPERACIÓN
El sector empresarial representa la mitad de la ecuación del
reciclaje. Por diversas vías, los ciudadanos también aportan papel y
cartón.
Las Casas de Compra ostentan el segundo puesto en el monto de
recuperación, a la zaga del sector empresarial. Con el objetivo de
potenciar el reciclaje por esta vía, desde el mes de mayo la UERMP
aumentó los precios. El kilogramo de cartón pasó de 60 centavos en
moneda nacional a un peso, y el papel de revistas nacionales y los
periódicos de 80 centavos a 1,50.
Los CDR tienen un peso decisivo en el cumplimiento de los planes
anuales, que no lo están logrando. Este año su compromiso asciende a
7 000 toneladas, sin embargo al cierre de agosto solo habían
entregado 1 739.
DE LA INDUSTRIA Y SUS VERICUETOS
No son pocos los receptores de papel y cartón en la industria
nacional, para quienes resulta muy importante la correcta selección
y clasificación de las materias primas recuperadas por la UERMP. La
Empresa Nacional del Papel (ENP), junto con la Empresa Mixta Papeles
Sanitarios S.A. (PROSA), la Industria de Materiales de la
Construcción (PERDURIT) y Cuba 9 (MINAZ), figuran entre los clientes
fundamentales.
Osvel Expósito Hernández, director de la ENP, refiere que la
demanda anual de su organismo asciende a 31 000 toneladas y, de
acuerdo con los ajustes realizados por la Unión de Empresas de
Recuperación de Materias Primas al plan de recaudación, la entidad
presenta un déficit de 6 000 toneladas.
Reitera que debido a la inestabilidad en el suministro de
materias primas "la ENP ha dejado de producir 2 000 toneladas de
papel en el primer semestre del año". No obstante, aboga porque la
industria de recuperación de materias primas les garantice el
volumen total y la clasificación de las calidades que precisan,
aunque reconoce que falta mucho por hacer para optimizar ese
proceso.
Expósito alude, además, a la mala tipificación de los residuos
nacionales como uno de los factores que inciden en la calidad de la
rutina productiva.
Dicha tarea se realiza en todas las provincias del país. Los
mayores niveles se procesan en la unidad "Israel Cabrera", ubicada
en el municipio capitalino del Cerro, donde las condiciones de
trabajo no son óptimas y el deterioro de la instalación menoscaba el
almacenaje de la materia prima.
Es por ello que insiste en situar la responsabilidad del sistema
empresarial con la entrega de papel y cartón, así como replantearse
el proceso de clasificación y el sistema de pago a las entidades, de
modo que la recuperación se torne más atractiva y sistemática.
Encontrar la riqueza que se esconde en cada desecho representa
también un significativo ahorro para la economía cubana. |