Sudán rechazó los incentivos y presiones de Estados Unidos con
vistas al referendo que tendrá lugar en el sur del país en enero
próximo para decidir la autodeterminación de la región o la
continuidad federal, reporta Prensa Latina.
El consejero presidencial, Ghazi Salah Eldin, recalcó que
rechazamos este tipo de trato con incentivos y presiones y añadió
que su gobierno no recibió oficialmente la oferta de la Casa Blanca.
Washington prometió el pasado martes su ayuda para la preparación
de la consulta y el posterior desenlace de los acuerdos previstos en
2005, entre las fuerzas rebeldes sureñas y el gobierno tras el fin
de la guerra civil de 22 años en el país africano.
Además, se ofreció a trabajar con el Congreso de su país para
eliminar las restricciones a la ayuda extranjera, levantar las
sanciones económicas y apoyar la asistencia internacional a Sudán,
en caso de que cumpla totalmente el Acuerdo Global de Paz de 2005 y
resuelva el conflicto de Darfur.
Por su parte, Mandur al Mahdi, miembro del gobernante Partido del
Congreso Nacional sudanés, también calificó de injerencia en los
asuntos internos la ofrecida ayuda estadounidense.
Nuestra experiencia con ellos (los estadounidenses) ha probado
que no cumplen sus compromisos, aseguró Al Mahdi, quien añadió que
Washington está a favor de la separación del sur del país con
marcado interés hacia la presencia de petróleo en la región.
También las declaraciones de la Casa Blanca anuncian nuevas
sanciones contra Sudán si la situación en la nación con mayor
extensión territorial del continente africano se deteriora, o si no
hay progresos.
En la toma de posesión como presidente el pasado 27 de mayo, Omar
Hassan Al Bashir exhortó a los sureños a votar sin seguir los
designios de nadie y mostró su deseo de un Sudán unido y federal que
necesita la paz.
No al regreso de la guerra, nunca, apostó en alusión al conflicto
de 20 años entre el norte y el sur de esta nación con disímiles
grupos étnicos y rica en petróleo.