Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento cubano,
destacó hoy en La Habana la trascendencia y presencia del líder
independentista puertorriqueño Juan Mari Brás, fallecido el viernes
último.
Luego de firmar el libro de condolencias abierto en la Misión de
Puerto Rico, en el municipio de Playa, el líder parlamentario
recordó la vida de sacrificios a favor de su pueblo, que caracterizó
al patriota caribeño y aseguró la perdurabilidad de su recuerdo,
dijo la AIN.
Va a estar presente siempre, como la inspiración y la guía que
fue, de las luchas por venir, y estoy seguro que van a terminar con
la victoria, vaticinó.
Alarcón de Quesada recordó que el patriota boricua "peleó
siempre, desde muy joven y lo hizo hasta el final de sus días".
Tras recuentos y anécdotas de su trayectoria revolucionaria, lo
consideró "de la estirpe de los imprescindibles", en alusión a una
definición del dramaturgo alemán Bertolt Brecht sobre los hombres
que batallan por siempre.
Rememoró que los escollos colocados ante el luchador
latinoamericano por los anexionistas en la isla borinqueña y por los
órganos represivos norteamericanos, "a pesar de inmensos, no fueron
para él infranqueables".
Además de incontables atentados contra su vida, asesinaron a su
hijo Santiago Mari Pesquera, un crimen que permanece impune, a pesar
de que él trató de esclarecerlo, desde que fue cometido, más 30 años
atrás, señaló.
Refirió que al momento de ganar Barack Obama las elecciones
estadounidenses en 2008, el ex Gobernador puertorriqueño Aníbal
Acevedo Vilá, le remitió una carta en la cual solicita una
investigación sobre el asesinato de Mari Pesquera, a lo cual el
mandatario no ha respondido todavía.
Hizo un recuento en el que fijó la fecha de inicio de su amistad
y relaciones con el revolucionario boricua, en abril de 1960,
durante una conferencia internacional efectuada en Maracay,
Venezuela, y luego de lo cual, dijo, "nos mantuvimos en comunicación
hasta los últimos días de su vida".
Juan Mari Brás, destacado revolucionario, nacido en la localidad
de Mayagüez hace 84 años, murió víctima de un largo padecimiento, y
desde su deceso, el pasado 10 de septiembre, los puertorriqueños le
rinden sentidos honores.