Ayer
fue un día de recordación y homenajes. La muerte del General de
Brigada Calixto García Martínez, asaltante al cuartel Carlos Manuel
de Céspedes, en Bayamo, expedicionario del Granma y combatiente del
Ejército Rebelde, ha sido una pérdida de incalculable valor.
Su desaparición física nos ha conmovido a todos, entre otras
razones por su entrega sin límites a la Patria y a la Revolución,
expresó durante la ceremonia de inhumación en el Panteón de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de la necrópolis de Colón, el
miembro del Buró Político del Partido, general de cuerpo de Ejército
Ramón Espinosa Martín.
El también viceministro de las FAR recordó momentos de la vida de
Calixto García, entre los que se destacan su participación en
manifestaciones estudiantiles y luchas universitarias junto a Fidel
y Ñico López, así como su intervención en acciones combativas luego
del desembarco del yate Granma. En diciembre de 1958 es ascendido a
Comandante del Ejército Rebelde y designado Ayudante del Comandante
en Jefe.
Después del triunfo de la Revolución ocupó importantes cargos y
responsabilidades con una limpia trayectoria y fidelidad a la causa
revolucionaria por lo cual recibió numerosas condecoraciones y
reconocimientos; fundador de nuestro Partido, integró en 1965 su
primer Comité Central.
"Si quisiéramos caracterizar en pocas palabras al General de
Brigada Calixto García Martínez, baste con resaltar su espíritu de
sacrificio, sencillez y modestia", concluyó Espinosa Martín.
Presidieron la ceremonia los vicepresidentes del Consejo de
Estado, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y el
general de cuerpo de Ejército Julio Casas Regueiro, Ministro de las
FAR, y el también general de cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra
Frías, viceministro primero de la institución armada, todos miembros
del Buró Político. Participaron, además, otros jefes principales de
las FAR y el MININT, familiares, moncadistas y expedicionarios, así
como compañeros y amigos.