El optimismo se sienta en los pupitres

Joel Mayor Lorán
Joel@granma.cip.cu

Estos son días de lápices y libretas. En casa, pocos asuntos son más importantes que forrar libros, alistar mochilas, entallar uniformes. Y en los planteles se acabó la quietud: por doquier los constructores repellan paredes o pintan, los maestros mudan mesas, los padres limpian y acaban con el polvo.

Foto del autorPara muchos jóvenes, que matricularon en la Enseñanza Técnica Profesional, escuela es más que una institución formada por aulas tradicionales; es el taller o el campo.

Casi dos millones 700 000 alumnos emprenderán este curso escolar. El reto será inmenso, pero los nuevos bríos que inundan las aulas le superan en fuerza.

EL LIBRO DE LA TIERRA

Para Mercedes Hernández y Noslen Domínguez, como le sucede a muchos en el país, sus mejores cuadernos son un puñado de hectáreas de pastos y el sitio en que dan de comer y beber a las reses, donde disponen de un maestro vestido con sombrero y botas para enseñarles cómo atender los animales. Escuela, para ellos, más que la institución formada por aulas tradicionales, es la tierra.

Fotos: Ismael BatistaLa Revolución persiste en entregar a los estudiantes lo indispensable para un nuevo año de aprendizaje.

El politécnico Villena Revolución lleva casi medio siglo dedicado a formar técnicos que la hagan rendir, en ocasiones contra la corriente. Sin embargo, ahora el viento vuelve a soplar a su favor.

Pronto iniciarán estudios 765 alumnos de nuevo ingreso: 484 con la intención de aprender Zootecnia Veterinaria y 161 con el objetivo de convertirse en agrónomos. Además de los técnicos, se incorporarán 79 futuros obreros calificados en la especialidad de Agropecuaria, y 41 en la de Mecanización de la Industria Agropecuaria.

Unos y otros representan una nueva generación signada por el impulso a la Enseñanza Técnica Profesional (ETP) y, en particular, a la producción de alimentos. Mientras el curso anterior apenas 8 500 eligieron ese camino, esta vez 20 300 optaron por Agronomía y otras afines.

Con el nacimiento de los preuniversitarios urbanos, los alumnos de capitales y grandes ciudades ya no permanecerán internos. Pero esa medida conlleva un arduo trabajo constructivo.

La ETP contará con 629 centros en todo el archipiélago, y 286 incluyen especialidades agropecuarias, 17 solo para tales estudios.

Si de la batalla económica "depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social" —como alertara Raúl—, qué respuesta más atinada. Por eso en el politécnico ubicado en el capitalino municipio de Boyeros el entusiasmo es tan fuerte como la decisión de mantener y hasta perfeccionar la calidad de la formación de esos jóvenes.

La tarea ha comenzado bien temprano, pues antes de que la agitación llegara a las escuelas primarias y secundarias, 316 estudiantes que comienzan ahora la práctica preprofesional se mantuvieron trabajando con el ganado, y el lunes 6 reinaugurarán el Muestrario de Razas Vacunas, con las diez más explotadas en Cuba.

LA NIÑA DE SUS OJOS

Sin embargo, también la pizarra invita. Este mes renacerán las antiguas Escuelas Formadoras de Maestros Primarios, a las que algunos califican como la niña de los ojos del Sistema Educacional Cubano, junto con las Universidades de Ciencias Pedagógicas.

Notable acogida tuvo esta idea, pues 9 200 egresados de noveno grado emprenderán su formación de nivel medio superior.

Estos muchachos tendrán prácticas docentes desde primero hasta cuarto año, pero en ningún caso serán responsables de grupo alguno; solo se incorporarán a las aulas al recibir su título, y tendrán luego la posibilidad de realizar estudios universitarios en carreras pedagógicas.

Una afortunada relación ha resurgido entre el optimismo y la exigencia, de manera que la calidad caracterice al proceso docente educativo, máxime si se trata de formar maestros. Sucede también con el ingreso a la Educación Superior, y el tránsito de los universitarios hasta el momento de titularse; sin rigor no habrá graduados verdaderos.

De cumplir cada enseñanza su cometido, la sociedad tendrá obreros, técnicos y profesionales capaces de servirla mejor, hombres con conciencia de productores como requieren estos tiempos.

LA REVOLUCIÓN PERSISTE

El Estado dedica ardorosa atención a crear condiciones en cada colegio, este curso con la peculiaridad de que los alumnos de capitales y grandes ciudades ya no permanecerán internos en los preuniversitarios; esa opción queda apenas para quienes lo requieran, debido a la distancia desde donde residan.

Desde luego, tal medida conlleva un arduo trabajo constructivo: actualmente ascienden a 263 los pre urbanos en el país. En el municipio de Cerro, en Ciudad de La Habana, el Contingente Julio Antonio Mella pone a punto el José de la Luz y Caballero.

Quince microscopios ópticos y diez electrónicos, dos cámaras digitales conectadas a estas, equipamiento de cristalería¼ esta vez no solo libros de textos conforman la base material de estudio, sino también laboratorios de especialidades para Biología, Física y Química.

E igual en Maisí o en Guane, estos vuelven a ser días de libretas y lápices. La Revolución persiste en entregar a niños, adolescentes y jóvenes lo indispensable para emprender un nuevo año de aprendizaje; acepta el desafío de perfeccionar la enseñanza, de conquistar hacia las ciencias, de educar en el amor al trabajo. No será fácil, pero el optimismo ya está sentado en los pupitres.

 

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