El gobierno colombiano descartó hoy cualquier posibilidad de
diálogo con la guerrilla, luego que a ésta se le atribuyera la
muerte de 14 policías en una emboscada en el departamento de
Caquetá, reportó Prensa Latina.
El ministro de Interior y Justicia, Germán Vargas Lleras, sostuvo
que por el momento es imposible cualquier acercamiento de paz con
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), grupo
insurgente al que se le adjudicó la autoría del referido ataque,
ocurrido el pasado miércoles.
Vargas Lleras no descartó la posibilidad de llevar el caso a la
Corte Penal Internacional por el modo en que fueron ultimados los
policías.
Este viernes desde la ciudad de Florencia (Caquetá), cerca de
donde tuvo lugar el citado ataque, el presidente Juan Manuel Santos
ordenó a las Fuerzas Militares arreciar los ataques contra la
guerrilla.
"La orden que he dado a los comandantes, a los jefes de toda la
policía es arreciar, arreciar y arreciar. No podemos bajar la
guardia", dijo el mandatario.
Santos también anunció que a raíz de la emboscada las fuerzas
castrenses estarán más presentes en los municipios del Caquetá.
Por otro lado ofreció una recompensa de 500 millones de pesos
(unos 276 mil dólares) por información que lleve a las autoridades a
capturar al jefe del Frente 15 de las FARC, presunto autor del
ataque a la patrulla policial.
El secretario de gobierno de Caquetá, Edilberto Ramón Endo,
atribuyó la acción a las FARC, pues acorde con las autoridades ese
grupo armado tiene una significativa presencia en la zona.
En sus más recientes comunicados las FARC han manifestado su
voluntad de buscar una salida política al conflicto armado interno.
Aseguran que aunque el gobierno colombiano mantiene cerrada la
puerta del diálogo con la insurgencia acicateado por el espejismo de
una victoria militar y la injerencia de Washington, conserva
irreductible su voluntad de hallar una salida política.
El grupo guerrillero considera que desde hace años el conflicto
desbordó el marco de las fronteras nacionales a causa de las
estrategias "preventivas" impuestas por el gobierno de Estados
Unidos a Bogotá.
En una misiva a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), las
FARC expresaron su disposición de explicar ante una eventual
asamblea de ese organismo regional su visión sobre el conflicto
armado interno, lo cual fue rechazado de plano por el gobierno
nacional.