El XVI Campeonato Mundial de Baloncesto (m) efectuó ayer la última jornada de la ronda eliminatoria, en la cual quedaron definidos los cruces de octavos de final, que comenzarán mañana y se extenderán hasta el martes.

Los enfrentamientos de esta fase serán los siguientes: Sábado: Serbia (4-1)-Croacia (2-3), España (3-2)-Grecia (3-2). Domingo: Turquía (5-0)-Francia (3-2), Eslovenia (4-1)-Australia (3-2). Lunes: Estados Unidos (5-0)-Angola (2-3), Rusia (4-1)-Nueva Zelanda (3-2). Martes: Lituania (5-0)-China (1-4), Argentina (4-1)-Brasil (3-2).

A pesar de caer abrumadoramente 87-40 ante los indetenibles turcos, China es el último pasajero en subir al tren hacia los octavos, gracias a la inesperada derrota de Puerto Rico frente a Costa de Marfil 88-79.

Con la ausencia de su estrella Yao Ming, los chinos perdieron el poderío que los caracterizaba, amén de haber transitado un camino lleno de desilusiones antes del Mundial, tras perder dos finales asiáticas con Irán, la última como locales. No obstante, los pupilos de Bob Donewald Jr. han clasificado a esta ronda, en la que abrirán con los indomables lituanos.

Es importante aclarar que aunque los del gigante asiático terminaron empatados con Puerto Rico y Costa de Marfil, su promedio de puntos anotados es superior al de sus rivales en los enfrentamientos directos entre ellos.

Del elenco boricua se esperaba más en este Mundial, luego de haber sido eliminado en la primera ronda en la edición anterior. Esta vez llegaban no como favoritos en el papel, pero parecían tener la capacidad para ir más lejos.

Encabezados por Carlos Arroyo y José Barea, dos de sus tres jugadores en la NBA, los puertorriqueños definieron al conjunto como uno de los mejores en la historia de este deporte en su país, pero resultaron perjudicados por la lesión de Arroyo en el cuádriceps durante el choque inaugural contra Rusia, que lo ausentó por el resto del torneo, y la falta de un extra en los partidos cerrados, entre otros factores.

El exceso de confianza ante Costa de Marfil tal vez les jugó una mala pasada. El director técnico Manolo Cintrón había expresado antes del decisivo partido: "No quede duda, somos mejor que Costa de Marfil, pero tenemos que venir a jugar". Puerto Rico marcó su lento paso desde el primer cuarto del choque y nunca volvió a estar delante en el marcador.