El primer Taller Nacional de Payasos que se desarrolla en la
ciudad de Las Tunas hasta el venidero día cinco, constituye un paso
sólido hacia la reivindicación del trabajo y la imagen social del
clown en Cuba.
Ello fue evidente durante las sesiones teóricas del evento
durante el cual los participantes de varias provincias cubanas
significaron que desde finales de los años 90 del pasado siglo, esta
manifestación ha logrado incluirse con acierto en el ámbito escénico
del país.
La actriz Nilda Collado declaró a la Agencia de Información
Nacional que el Taller brinda la posibilidad de dar a conocer el
trabajo de agrupaciones y artistas que asumen en serio este arte y
al mismo tiempo permite establecer un diálogo en el que se pueden
aprender muchas cosas buenas.
No obstante, la Premio Nacional de Televisión reconoció que el
trabajo de payasos ha decaído en cuanto a técnica y originalidad, en
un proceso en el que influyen factores económicos y conceptuales
sobre esta difícil especialidad.
En una conferencia sobre el origen y vigencia del arte del clown
en el mundo y en el país, Collado hizo énfasis en la necesidad de
fortalecer la unidad de la familia del circo cubano y eliminar de
los espectáculos cualquier facilismo o chabacanería.
Me parece que en Las Tunas debemos hablar de una progresión y una
depuración del arte circense en sentido general, sobre la base de
una labor muy bien pensada y exhaustiva, añadió.
Nilda Collado integró junto a los actores Edwin Fernández
(esposo) y Roberto Torres, una generación de oro del circo cubano,
con personajes devenidos símbolos del arte de los payasos, entre
estos Nily, Trompoloco y Chorizo.