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Homenaje a Alicia Alonso por su 90 cumpleaños

OCTAVIO BORGES PÉREZ

Un concierto de música lírica fue ofrecido a la Prima Ballerina Absoluta Alicia Alonso, por su 90 cumpleaños, hoy en el Museo Nacional de la Danza.

La joven soprano Milagros de los Ángeles, primera solista del Teatro Lírico Nacional y el pianista Leonardo Gell, reconocido como uno de los más destacados de su generación, presentaron un variado y selecto programa con obras de Handel, Beethoven, Rossini, Massenet, Puccini, Catalani, Aldo López-Gavilán, Montsalvatge, Moleiro, Lecuona y Roberto Valera.

La velada cerró con una obra especialmente dedicada a la gran bailarina cubana, De mar y viento, con textos de Ángel Augier y música de Valera, pero por la calidad de la entrega de ambos artistas el público pidió otra pieza, esta vez la inmortal Damisela encantadora, de Lecuona, una de las preferidas de la Alonso.

Este 2010 está totalmente dedicado a este emblema de la cultura cubana, quien el 21 de diciembre cumplirá sus nueve décadas de fructífera vida, como uno de los símbolos imprescindibles de la nacionalidad, dijo la AIN.

Alicia, una de las más destacadas figuras del ballet mundial del siglo XX, tiene un diapasón tan enorme como intérprete que sus actuaciones han sido memorables en personajes que van desde la etérea Giselle, a quien imprimió tan personal sello que muchos conocedores consideran inigualable, hasta la apasionada y visceral gitana Carmen.

Entre sus logros, no sólo cuentan sus creaciones artísticas, sino también la de erigirse en una de las fundadoras de la Escuela Cubana de Ballet, junto a Fernando y Alberto Alonso, y de sentar cátedra en ese difícil ámbito, al punto de constituir uno de los métodos de enseñanzas de danza clásica más populares y distintivos a nivel internacional.

Sobre todo, este símbolo de la identidad cubana, desarrolló un ingente esfuerzo para desarrollar el ballet en Cuba antes del triunfo de la Revolución, que también en este arte significó un florecimiento sin precedentes, gracias a la semilla sembrada desde los años 40 del siglo anterior por la directora general del Ballet Nacional de Cuba y sus colaboradores cercanos.

 

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