El gobierno venezolano prosigue este jueves los envíos y la 
			distribución de asistencia humanitaria a la parroquia de Cumanacao, 
			estado de Sucre, donde unas mil 700 personas resultaron afectadas 
			por copiosas lluvias y la inusitada crecida del río Caribe.
			La víspera el ejecutivo destinó unas siete toneladas de ayuda 
			para los habitantes de esa demarcación, que sufrieron cuantiosos 
			daños materiales a consecuencia de la riada, reporta Prensa Latina.
			La carga contiene agua potable, alimentos imperecederos, prendas 
			de vestir y calzado para los niños, entre otros artículos de primera 
			necesidad, que son distribuidos entre los lugareños.
			Al envío realizado por vía aérea, se suman otras tres toneladas 
			transportadas por carretera para socorrer con prontitud a los 
			pobladores, confirmó el ministro de interior y justicia, Tareck El 
			Aissami.
			De acuerdo con datos de la Dirección de Protección Civil hasta el 
			momento no hay reportes de muertes, y sí daños de consideración en 
			las viviendas y pérdidas de enseres domésticos.
			Paralelamente a estas acciones, se intensifican las labores de 
			remoción de escombros y rehabilitación de los inmuebles para que la 
			localidad regrese a la normalidad en el menor tiempo posible.
			El Aissami, quien visitó la zona de la catástrofe, informó a la 
			prensa que en las últimas horas se restableció el fluido eléctrico 
			en el ciento por ciento del municipio Montes, así como el servicio 
			de agua potable.
			La actual temporada lluviosa dejó un saldo de 77 mil afectados y 
			13 fallecidos, la mayoría de ellos arrastrados por riadas.