Los espeleólogos hacemos un llamado porque queremos un mundo
mejor, expresó el doctor Ercilio Vento, presidente de la Sociedad
Espeleológica de Cuba, en la apertura del Congreso de la Federación
Latinoamericana.
Este es un principio que defendemos desde el fondo de una cueva,
y convocamos a los hombres de buena voluntad para que el planeta sea
bello y no inhabitable, dijo Vento ante los delegados del cónclave
que durante cinco días sesionará bajo el lema Espeleología y
Sociedad.
A la inauguración del VI Congreso de la Federación Espeleológica
de América Latina y el Caribe (FEALC) asistió Angel Graña González
su presidente, quien dio la bienvenida a los participantes de la
región e invitados de Norteamérica y Europa, dijo la AIN.
George Veni, vicepresidente de la Unión Internacional de
Espeleología, ofreció una conferencia magistral sobre la necesidad
de crear alrededor del mundo un instituto de investigaciones de
cuevas y calcio que permitirá estudiar la arqueología, formas de
vida y paleontología.
Las cuevas constituyen paisajes subterráneos de elevada belleza
natural, conocemos sus formas y que fueron creadas por el agua, pero
llegar al cómo y promover la educación pública en aras de su
protección, será propósito de este gran instituto, refirió el
científico.
Veni argumentó sobre la importancia de promover investigaciones
para resolver las interrogantes que el hombre tiene sobre las cuevas
y el calcio, si cooperamos en la protección de esos suelos,
intercambiamos información científica, podremos desarrollar recursos
sostenibles, dijo.
El Congreso de los espeleólogos latinoamericanos propone el
debate sobre la situación actual de las cuevas y el calcio, acciones
concretas que susciten conocimiento y resguardo del mundo
subterráneo y el riesgo que corren ante el mal manejo del hombre.
Tenemos problemas reales que no son particulares de un país o una
región, sino de cualquier lugar del mundo, enfatizaron
especialistas, nuestro mayor desafío es enfrentarlos y ayudar desde
la ciencia a resolverlos, de ello depende la vida en la tierra,
sentenciaron.