Especialistas cubanos trabajan para reducir la desnutrición y
mejorar la seguridad alimentaria nutricional en América Latina y el
Caribe, mediante el empleo de técnicas de mejoramiento genético y
manejo de cultivos.
Con el apoyo financiero de la Agencia Canadiense para el
Desarrollo Internacional, el Instituto de Investigaciones de Granos,
en el municipio habanero de Bauta, busca nuevas variedades por el
método de fitomejoramiento tradicional y el empleo de cultivos
biofortificados.
El propósito es aumentar los contenidos de hierro y zinc en el
arroz y el frijol, mayor presencia proteica en el maíz y de
beta-carotenos en el boniato y la yuca, explicó a la AIN Violeta
Puldón, responsable del proyecto AgroSalud en la isla.
Puldón indicó que la insuficiencia de estos minerales produce
dificultades en el lenguaje, retardo del crecimiento y cambio
anormales en el peso, baja productividad, morbilidad aguda y crónica
y puede llevar al paciente a la muerte.
En la Isla el consumo del arroz es muy elevado y difundido entre
las familias, de ahí que lograr recientemente introducir variedades
como el IA Cuba 30 y el Perla Cuba, constituye un aporte a la
alimentación del pueblo.
Esta labor se realiza de conjunto con otras instituciones
científicas, como los institutos Finlay, de Biopreparados y de
Higiene de los Alimentos, la Universidad de Matanzas y el hospital
docente Calixto García, de la capital, entre otros.
Estudios socio demográficos en embarazadas y pacientes diabéticos
de la localidad de Bauta referidos al sabor, olor y color del arroz
Perla, señalaron la alta aceptación entre las personas encuestadas,
quienes aseguraron que es mejor al habitual que cocinan en sus
hogares.