Propiciar un entorno favorable en el autotratamiento de la
diabetes es el principal objetivo del campamento para niños y
jóvenes diabéticos, que ya comenzó una nueva etapa en la provincia
de Santiago de Cuba.
La iniciativa, puesta en práctica hace más de cuatro décadas
durante el período vacacional, permitirá a los pacientes asumir la
afección y tratamiento adecuados, además de ofrecerles el espacio
propicio para la práctica de habilidades en el auto monitoreo,
utilizando los equipos médicos para el control de la glicemia.
Denis Domínguez, médico general integral que forma parte del
proyecto, destacó a la AIN que la atención para los beneficiados
abarca varias especialidades como la podología, estomatología y
oftalmología, además de la participación de enfermeros, dietistas y
especialistas en cultura física y trabajo social.
Explicó que se combinan actividades recreativas, educación
diabetológica y seguimiento médico, a fin de mejorar la calidad de
vida de los pacientes, conseguir y mantener un buen control de la
glucosa en sangre, y profundizar conocimientos en los riesgos y las
complicaciones asociadas.
Aliuska Gómez, madre de Claudia, acompañó a la pequeña de ocho
años por primera vez hasta la sede donde se realizan las
actividades, y según consideró esta experiencia hará a su niña más
independiente y le enseñará a ayudarse en el tratamiento a una
enfermedad que la acompañará de por vida.
Durante dos semanas estarán en contacto con la naturaleza,
mejorando así el control metabólico a través de ejercicios físicos y
juegos, y propiciando el desarrollo de la capacidad del auto
tratamiento.
También se crearán espacios para la interrelación entre los
diabéticos, los familiares y los especialistas, con el fin de
enseñar a los tutores la manera correcta de tratar la afección, y la
importancia de propiciarles a los afectados un ambiente bio-psico
social adecuado.
El esfuerzo manifiesto en esta emprendedora tarea permitirá que
24 de los 83 casos de diabéticos en edad infantil y juvenil de la
provincia mejoren y eleven su calidad de vida.
A pesar de las limitaciones y contratiempos, y aun cuando no
todos pueden participar, en Santiago de Cuba se ha mantenido esta
experiencia, demostrando la efectividad con la disminución de los
ingresos por esta patología en las edades atendidas.