Toda primera vez despierta un interés especial, sobre todo si
serán 3 600 talentos jóvenes los que irán a la caza de medallas en
el atractivo y pequeño país del sudeste asiático.
En una tierra como la nuestra, donde los deportes de combate
poseen enorme tradición y constituyen bujía impulsora en eventos
múltiples, los bisoños de la lucha intensifican sus llaveos de cara
a la cita, con el incentivo de conservar la herencia de sus 13
predecesores que ostentan la condición de monarcas mundiales
juveniles.
Los grequistas Yosvani Peña (42 kg) y Yoan Rodríguez (50), y el
librista Abraham Conyedo (100), todos monarcas en la eliminatoria
continental, no ceden un ápice en su entrenamiento, una vez que ya
comenzó el conteo regresivo.
"Yosvani, a pesar de sus 16 años, cuenta con un potente arsenal
técnico, tanto de pie como en la posición de cuatro puntos, además
posee inteligencia y disciplina táctica. En cambio, Yoan destaca por
sus exigencias en el suelo, potencia en el halón, lo que aprovecha
muy bien en las proyecciones al combinarlo con la longitud de sus
extremidades", explicó Roberto Despaigne, entrenador juvenil del
estilo clásico.
Cierra el novel y temerario tridente Conyedo, quien por su físico
hace pensar en un futuro Mijaín López. Curioso el hecho de que en
sus inicios el gladiador villaclareño practicó boxeo, y no fue hasta
los 12 años que se enrocó a los colchones. Movilidad extrema,
constante agresividad y sucesivos ataques arriba caracterizan a este
futuro "caballo" de ébano.
Fuerza,
disciplina y ganas combina Ediel Márquez para alzar 275 kilogramos.
Pero si de caballo se trata no se puede obviar al pesista Ediel
Márquez, capaz de aumentar en 10 kilogramos su biatlón desde el
clasificatorio regional. Ahora levanta 275 (125-150), y al decir de
su entrenador Félix Machín su evolución en las alzadas ha venido
aparejada de un incremento de nivel en los ejercicios auxiliares y
en el peso corporal, muy beneficioso para elevar su fuerza natural.