Preservan a la bahía de Guantánamo de los efectos de residuales

PABLO SOROA FERNÁNDEZ

Varias instituciones científicas y económicas de la región cubana más oriental estudian los residuales de medio centenar de focos contaminantes, que afectan a la bahía de Guantánamo, una de las mayores de bolsa en el mundo.

Entre esas entidades figura el Centro de Aplicación de Tecnologías para el Desarrollo Sostenible, la Unidad Provincial de Medio Ambiente, el Centro de Desarrollo de la Montaña y el Laboratorio de la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos.

Agrupados principalmente en la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los científicos investigan las propiedades físicas, químicas y biológicas de esos efluentes vertidos en los ríos Guantánamo y Guaso, los cuales desaguan en la citada rada, otrora una de las menos polucionadas de la Isla.

Integrantes de una de las 10 cuencas priorizadas para su conservación por el país, ambas corrientes fluviales se perjudican con los remanentes de ingenios azucareros y plantas beneficiadoras de café.

Acogen además, los detritus humanos de Manuel Tames, Caimanera, la Yaya y la capital del Alto Oriente cubano.

Pero mientras las fábricas de crudos y despulpadoras del aromático grano sólo contaminan el entorno durante cuatro meses como promedio, los desechos de aquellos núcleos urbanos se vierten sin cesar en los ríos, explicó a la AIN el Máster en Ciencias Mario Montero.

Este experto en materia ambiental dijo que esos centros convierten sus residuales sólidos en materia orgánica destinada a sus respectivas plantaciones, y cuentan con plantas de tratamiento para parte de los líquidos, pero arrojan el resto de estos efluentes al medio acuático.

El programa determina semestralmente la calidad de las aguas y evalúa las consecuencias negativas que sobre el entorno costero pudieron tener varias obras constructivas, como el dique para proteger de las avenidas del río Guantánamo a las salinas y el poblado de Caimanera.

Esa inversión se concluyó a mediados de la década de los 80 y trajo consigo la disminución de nutrientes necesarios a las especies marinas y el ascenso de la temperatura en la bahía, al exigir el cierre del llamado brazo Borrero, tributario del río Guantánamo.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir