Poca resistencia recibió la selección cubana de la República Popular China, a la cual superó por la vía del supernocao, 15-0 en cinco entradas. Esta fue la tercera victoria consecutiva en el grupo B del V Campeonato Mundial Universitario, en la capital japonesa.

Céspedes sigue encendido con el madero.

Un racimo de cuatro en la entrada inicial a costa del abridor Wang Yao y otro de cinco en el segundo, en el cual el batazo clave fue cuadrangular de Yoennis Céspedes con las bases llenas (su cuarto de la justa) resultó más que suficiente. También jonronearon José Dariel Abréu y Alfredo Despaigne.

En el box, Odrisamer Despaigne tiró dos entradas sin problemas con tres ponches y un par de jits, antes de cederle el puesto a Vladimir García, a quien sustituyó Alexander Rodríguez, con cierre a la cuenta de Armando Rivero.

Céspedes lidera a los bateadores con un astronómico promedio de 818, con cuatro jonrones y 14 impulsadas, seguido por otros tres compañeros de equipo: José Dariel Abréu, 625; Héctor Olivera y Aledmis Díaz, ambos con 600. Cuba jugaba por la madrugada de hoy un partido de preparación con un equipo local antes de enfrentarse a la débil Sri Lanka.

Si antes de salir hacia el Campeonato Mundial Juvenil, en Canadá, la preocupación mayor de los directivos del equipo radicaba en el pitcheo, la realidad del terreno demostró que —a pesar del asombroso revés ante Holanda— los mayores problemas radicaron en la falta de ofensiva frente a los rivales de nivel, pues los nocaos a Panamá y República Checa no se cuentan. Demasiada debilidad.

La selección del zurdo santiaguero Edialbert Valentín para abrir frente a los anfitriones en semifinales fue acertada, teniendo en cuenta la buena cantidad de bateadores de esa mano que presentan siempre los elencos de esa nación. Lo hizo bien Valentín, propinó ocho ponches en cinco entradas y un tercio, batallando contra su mayor enemigo, el descontrol, por su tendencia a enterrar la curva.

Fue el despertar de una ofensiva dormida —solo cuatro carreras en los últimos 22 innings—, que encontró su colofón en los dos tubeyes de Lourdes Gourriel, hijo, el segundo para remolcar las dos de la puntilla.

Una pregunta se "cae de la mata": ¿por qué no fue utilizado como emergente en el noveno capítulo del juego ante Australia?

Más allá de tácticas acertadas o no, la presea bronceada tiene un extraordinario mérito, conseguida en una justa tan complicada que el campeón y el subtitular de las dos últimas ediciones, Sudcorea y Estados Unidos, descendieron al séptimo y el quinto puestos, respectivamente, mientras otro de los favoritos, Canadá, concluyó sin medallas.