Diálogos desde Extramuros

Madeleine Sautié Rodríguez

Muy acertada fue la iniciativa del Centro Provincial del Libro y la Literatura al convocar, para un conversatorio por los 10 años de la Editorial Extramuros, a fundadores, especialistas, editores y autores que han disfrutado las ventajas que la maquinaria Riso proporcionara al mundo de los libros y cuya irrupción en el país marcó un hito decisivo en la materialización de estas instituciones del sistema de ediciones territoriales, creado por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Con el fin de celebrar uno de los fenómenos más importantes en la cultura cubana —y crucial en su literatura—, el Centro Cultural Literario Habana acogió a sus invitados en un encuentro en el que fluyeron criterios e impresiones del balance de toda una ardua década que tiene un entrañable significado.

Durante el intercambio verdaderamente enriquecedor muchos convinieron en el prestigio que se ha ganado Extramuros con un trabajo que apunta cada vez más hacia la calidad, tanto en materia de textos como en el trabajo de edición. Se destacó cómo en la editorial de la capital quieren publicar sus obras, además de los noveles, escritores de renombre, que la honran con sus títulos.

El diálogo apuntó también a críticas y recomendaciones. Particular énfasis recayó en la labor que debe hacerse a partir de los catálogos para impregnar al libro su doble carácter de objeto cultural y comercial.

Aun cuando la editorial cuenta con una página web bien actualizada, en el tema de promoción hay mucho por hacer. Debe ganarse espacios en los municipios para hacer presentaciones y dar a conocer las obras de sus escritores.

Se refirieron, además, a dificultades con el diseño y a la independencia que debe ganar la editorial en cuanto a defender determinados títulos. Se recomendó fortalecer el vínculo editor-promotor, así como la revisión de las colecciones para ver cuáles deben mantenerse y cuáles deben surgir.

Aunque no todos los temas que previamente había concebido Arnaldo Muñoz Viquillón, director de Extramuros, pudieron ser abordados, el profuso intercambio tomó el curso natural de lo espontáneo pero lleno de argumentos sólidos a partir de la experiencia.

"Lo positivo —apuntó Raisa del Campo, directora del Centro Provincial del Libro y la Literatura— hay que mantenerlo, y para lo que falta por hacer, hay que trabajar."

 

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