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Hemos adoptado importantes decisiones que
constituyen en sí mismas un cambio estructural y de concepto en
interés de preservar y desarrollar nuestro sistema social y hacerlo
sostenible en el futuro
Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz,
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el Quinto
Período Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 1ro.
de agosto del 2010, "Año 52 de la Revolución"
Queridas
compañeras y compañeros:
Esta sesión de la Asamblea Nacional ha aprobado dos importantes
instrumentos jurídicos, la Ley modificativa de la actual División
Político Administrativa y el Código de Seguridad Vial.
Las modificaciones a la División Político Administrativa han sido
ampliamente difundidas en nuestra prensa y discutidas a lo largo de
los meses pasados en los territorios involucrados, así como en las
instancias correspondientes del Partido, el Gobierno y el Estado, lo
cual me permite no entrar en detalles, sólo subrayar que su
propósito principal es elevar la atención a la población mediante
una organización más funcional y racional de la administración y del
Gobierno. Con ello además estamos dando cumplimiento a los acuerdos
adoptados por sucesivos congresos del Partido acerca de la necesidad
de, transcurrido un tiempo prudencial, someter la División Político
Administrativa a análisis para ajustarla a las condiciones
existentes.
Las nuevas provincias Artemisa y Mayabeque nacerán el 1ro. de
enero de 2011 sin repetir los errores que han acompañado el trabajo
de los órganos locales del Poder Popular, bajo una concepción de
ahorro y uso racional de todos los recursos, en particular con
plantillas ajustadas a sus funciones y una clara delimitación de
facultades en las interrelaciones con los organismos de la
administración central del Estado, las empresas nacionales y las
organizaciones políticas y de masas.
Por
su parte, el Código de Seguridad Vial, cuya aprobación aplazamos en
la sesión anterior para profundizar en su contenido, conciliar las
discrepancias entonces existentes y avanzar en la elaboración de las
disposiciones complementarias, constituye una contribución a la
elevación de la disciplina social y la preservación de la vida
humana, así como la disminución de cuantiosas pérdidas económicas.
La
unidad entre los revolucionarios y entre la dirección de la
Revolución y la mayoría del pueblo es nuestra más importante arma
estratégica
Pasando a otros asuntos, no me son ajenas las expectativas que
lógicamente generan los discursos en ocasión del 26 de julio y en el
Parlamento. A algunos les sorprendió que las palabras centrales en
Santa Clara fueran pronunciadas por el compañero Machado Ventura, un
magnífico discurso por cierto.
Es verdad que desde el triunfo de la Revolución esa tarea siempre
le correspondió al compañero Fidel y en contadas ocasiones a mí,
pero lo importante no es el orador, sino el contenido de esa
intervención, que expresa la opinión colegiada de la dirección del
Partido y del Estado sobre las cuestiones más relevantes del
quehacer nacional.
Varias agencias de prensa y autotitulados "analistas" del tema
Cuba, dedicaron durante los días previos y posteriores al acto por
el 26 de julio innumerables noticias y artículos en los que,
tergiversando nuestra realidad, anticipaban con estridencia el
anuncio de supuestas reformas en nuestro sistema económico y social
y la aplicación de recetas capitalistas para encauzar la economía;
algunos incluso se atrevieron a describir la existencia de una lucha
entre tendencias en la Dirección de la Revolución y todos coinciden
en reclamarnos cambios más rápidos y más profundos en la línea de
desmontar el socialismo.
Al observar fríamente estas campañas de prensa queda evidenciado
que casi todas las agencias se guían por un mismo hilo conductor. No
me refiero a los periodistas, obligados a someterse a la línea
editorial que les trazan y exigen los consorcios mediáticos sobre
Cuba, aunque a veces utilizan las mismas frases y calificativos
prefabricados. No pocas veces párrafos completos idénticos,
independientemente de si son de una región del mundo o de otra.
Con la experiencia acumulada en los más de 55 años de lucha
revolucionaria, parece que no vamos tan mal, ni que el desespero y
la frustración sean nuestros compañeros de viaje. Si nos elogiaran,
entonces sí tendríamos motivos para preocuparnos.
Como afirmó el compañero Machado el pasado 26 de julio: cito:
"proseguiremos con sentido de responsabilidad, paso a paso, al ritmo
que determinemos nosotros, sin improvisaciones ni precipitaciones,
para no errar y dejar atrás definitivamente errores o medidas que no
se avienen a las condiciones actuales" (fin de la cita).
La unidad entre los revolucionarios y entre la dirección de la
Revolución y la mayoría del pueblo es nuestra más importante arma
estratégica, la que nos ha permitido llegar hasta aquí y continuar
en el futuro perfeccionando el socialismo.
Aunque les duela a los enemigos, nuestra unidad es hoy más sólida
que nunca, no es fruto de la falsa unanimidad o de la simulación
oportunista, la unidad no excluye las discrepancias honestas, sino
que presupone la discusión de ideas diferentes, pero con los mismos
propósitos finales de justicia social y de soberanía nacional, lo
que nos permitirá siempre llegar a las mejores decisiones.
La unidad se fomenta y cosecha en la más amplia democracia
socialista y en la discusión abierta de todos los asuntos, por
sensibles que sean, con el pueblo.
Hay que
borrar para siempre la noción de que Cuba es el único país del mundo
en que se puede vivir sin trabajar
Hablando de temas sensibles, debo informarles que luego de meses
de estudio en el marco de la actualización del modelo económico
cubano, el Consejo de Ministros en su última reunión, efectuada los
días 16 y 17 de julio, con la participación de los vicepresidentes
del Consejo de Estado, otros miembros del Buró Político y del
Secretariado del Comité Central, los primeros secretarios de los
comités provinciales del Partido y los presidentes de los consejos
de la administración provincial, así como los cuadros centros de la
CTC, demás organizaciones de masas y la UJC y altos funcionarios de
los organismos, acordó un conjunto de medidas para acometer, por
etapas, la reducción de las plantillas considerablemente abultadas
en el sector estatal.
En una primera fase, que planificamos concluir en el primer
trimestre del próximo año, se modificará el tratamiento laboral y
salarial a los trabajadores disponibles e interruptos de un grupo de
organismos de la administración central del estado, suprimiendo los
enfoques paternalistas que desestimulan la necesidad de trabajar
para vivir y con ello reducir los gastos improductivos, que entraña
el pago igualitario, con independencia de los años de empleo, de una
garantía salarial durante largos períodos a personas que no laboran.
El éxito de este proceso dependerá en buena medida del
aseguramiento político que debemos acometer, bajo la dirección del
Partido y con la activa participación de la Central de Trabajadores
de Cuba y las organizaciones sindicales. Es preciso conformar un
clima de transparencia y diálogo donde prime la información oportuna
y diáfana a los trabajadores, en el cual las decisiones sean
colegiadas adecuadamente y se creen las condiciones organizativas
requeridas.
La estricta observancia del principio de idoneidad demostrada a
la hora de determinar quién merece el mejor derecho de ocupar una
plaza, debe contribuir a evitar cualquier manifestación de
favoritismo, así como de discriminación de género o de otro tipo,
las cuales deben enfrentarse con toda firmeza.
El Consejo de Ministros también acordó ampliar el ejercicio del
trabajo por cuenta propia y su utilización como una alternativa más
de empleo de los trabajadores excedentes, eliminando varias
prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la
comercialización de algunas producciones, flexibilizando la
contratación de fuerza de trabajo.
Al propio tiempo, en la citada reunión de los mencionados días 16
y 17 de julio, se aprobó la aplicación de un régimen tributario para
el trabajo por cuenta propia que responda al nuevo escenario
económico y garantice que los incorporados a esta actividad
contribuyan a la seguridad social, abonen impuestos sobre los
ingresos personales y las ventas; y aquellos que contraten
trabajadores paguen el tributo por la utilización de la fuerza de
trabajo.
Próximamente se celebrará un pleno ampliado del Consejo Nacional
de la Central de Trabajadores de Cuba donde abordaremos en detalle
con los principales dirigentes obreros estas importantes decisiones,
que constituyen en sí mismas un cambio estructural y de concepto en
interés de preservar y desarrollar nuestro sistema social y hacerlo
sostenible en el futuro, de modo que cumplamos el mandato del pueblo
de Cuba, recogido en la Constitución de la República, de que el
carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella
son irrevocables (Aplausos).
No albergamos dudas de que en la materialización de estas medidas
contaremos con el apoyo decisivo de la clase obrera, que junto al
campesinado y el resto de los sectores de la sociedad, comprende que
sin el aumento de la eficiencia y la productividad es imposible
elevar salarios, incrementar las exportaciones y sustituir
importaciones, crecer en la producción de alimentos y en definitiva
sostener los enormes gastos sociales propios de nuestro sistema
socialista, esfera en la que también estamos en el deber de ser
racionales, ahorrando mucho más sin sacrificar la calidad.
Por otra parte, pienso que a nadie se le escape la trascendente
contribución al mejoramiento de la disciplina social y laboral que
emana de la aplicación de estas medidas.
Al adoptar estos acuerdos, partimos de que nadie quedará
abandonado a su suerte, el Estado Socialista brindará el apoyo
necesario para una vida digna, mediante el sistema de asistencia
social a aquellos que realmente no estén en capacidad de trabajar y
sean el único sustento de sus familias. Hay que borrar para siempre
la noción de que Cuba es el único país del mundo en que se puede
vivir sin trabajar.
Igualmente hemos avanzado en los estudios a cargo de la Comisión
de Política Económica del Sexto Congreso del Partido y funcionan
ininterrumpidamente los diversos grupos de trabajo creados para la
elaboración de propuestas, que analizaremos previamente con los
militantes del partido y la población en su conjunto.
En medio de la adversa coyuntura económica internacional y su
inevitable incidencia en nuestro país, en los estimados del primer
semestre se aprecian resultados alentadores en la economía nacional,
a pesar del incumplimiento del plan de azúcar y otras producciones
agropecuarias a causa de errores de dirección y también por los
efectos de la sequía.
Se incrementan los arribos de visitantes extranjeros, se cumple
la producción petrolera; se mantiene, e incluso mejora, el
equilibrio monetario interno, la productividad del trabajo refleja
un ritmo superior al salario medio, objetivo que no se lograba desde
hace varios años, se elevan modestamente las exportaciones y se
reduce el consumo de portadores energéticos, a partir del
reordenamiento del transporte y el efecto de otras medidas de
ahorro.
El consumo de electricidad refleja resultados positivos en el
sector estatal, a diferencia del residencial que crece más que lo
previsto.
Hace exactamente un año me referí a las restricciones financieras
externas que enfrentábamos debido a la acumulación de compromisos de
pago y la necesidad de llevar a cabo renegociaciones de deudas. Hoy
puedo informarles que gracias a la confianza y comprensión de la
mayoría de nuestros acreedores, hemos logrado algunos avances en el
aplazamiento de obligaciones, las cuales tenemos la más firme
voluntad de honrar en los nuevos plazos convenidos. Asimismo, las
retenciones de transferencias al exterior a suministradores
acumuladas en esa fecha, son hoy apenas un tercio de aquellas de
hace un año y, como muestra de seguridad en el país se han
incrementado los depósitos extranjeros en los bancos cubanos.
No
habrá impunidad para los enemigos de la Patria, para quienes
intenten poner en peligro nuestra independencia
Debo referirme a otro tema de actualidad. Por decisión soberana y
en estricto apego a nuestras leyes, en los últimos días se completó
la excarcelación y salida del país de los primeros 21 reclusos
contrarrevolucionarios, de los 53 sancionados en el 2003 por delitos
contra la seguridad del Estado.
Con anterioridad, desde el 2004, se había concedido licencia
extrapenal a otros 22 sancionados en la misma causa judicial.
Cabe recordar que ninguno de estos ciudadanos fue condenado por
sus ideas, como han tratado de hacer ver las brutales campañas de
descrédito contra Cuba, en diferentes regiones del mundo.
Como quedó probado de manera irrefutable en el acto del juicio
oral, todos habían cometido delitos previstos y sancionados en
nuestras leyes, actuando al servicio del gobierno de los Estados
Unidos y de su política de bloqueo y subversión.
No debe olvidarse que en aquellos momentos —2003—, el entonces
presidente George W. Bush, embriagado con las aparentes victorias en
las guerras de Iraq y Afganistán, proclamaba el "cambio de régimen"
en Cuba y amenazaba directamente nuestra seguridad nacional,
llegando incluso a designar públicamente un interventor para
administrar el país tras ser ocupado, al igual que acababan de hacer
en Iraq. Como consecuencia, se fraguaron decenas de planes de
desestabilización interna y de secuestro de aviones y barcos que
tuvimos que enfrentar con toda firmeza, basados en el estricto
respeto a las leyes.
La Revolución puede ser generosa porque es fuerte, su fuerza
radica en el apoyo mayoritario del pueblo que ha sabido resistir
tantos años de agresiones y sacrificios, por eso no resulta ocioso
reiterar que no habrá impunidad para los enemigos de la Patria, para
quienes intenten poner en peligro nuestra independencia (Aplausos).
Nadie se llame a engaño. La defensa de nuestras sagradas
conquistas, de nuestras calles y plazas, seguirá siendo el primer
deber de los revolucionarios a quienes no podemos privar de ese
derecho (Aplausos prolongados).
Fuera de texto podemos comentar que el pobre interventor
designado por George W. Bush se quedó desempleado (Risas).
En cuanto a Cuba y los Estados Unidos, en esencia nada ha
cambiado; nuestros valerosos Cinco Héroes permanecen sufriendo
injusta prisión y un trato abusivo, como la crueldad que se comete
actualmente con el compañero Gerardo Hernández Nordelo, condenada
por esta Asamblea. Aunque exista menos retórica y se celebren
ocasionales conversaciones bilaterales sobre temas específicos y
limitados, en realidad, el bloqueo se continúa aplicando y nosotros
seguiremos actuando con la serenidad y paciencia que hemos aprendido
en más de medio siglo.
A nosotros, los revolucionarios cubanos las dificultades no nos
quitan el sueño, nuestro único camino es proseguir la lucha con
optimismo y la inclaudicable fe en la victoria.
Muchas gracias (Ovación). |