El
pueblo santiaguero realizó ayer la peregrinación en homenaje a los
Mártires de la Revolución, tradición que no permite olvidar el
ejemplo de Frank País y Raúl Pujol, asesinados por esbirros de la
tiranía batistiana.
Como cada 30 de julio una multitud se reunió en las inmediaciones
del céntrico parque Céspedes, para desde ahí caminar hasta el
cementerio Santa Ifigenia, donde fue depositada una ofrenda floral
en la tumba de Frank País García, en nombre del pueblo de Santiago
de Cuba.
Una gigantesca bandera cubana custodiada por pioneros y jóvenes
encabezó la peregrinación de tributo a los dos héroes de la Patria,
paradigmas de la lucha revolucionaria contra la dictadura de
Fulgencio Batista, que cegó la vida de valerosos combatientes.
Con cantos patrióticos y consignas de reafirmación
revolucionaria, combatientes, estudiantes de diversas enseñanzas y
población en general fueron testigos de la especial conmemoración,
mientras desde los balcones muchas personas arrojaban pétalos de
flores.
Y es que en la Ciudad Héroe, recordar a Frank País, uno de sus
mejores hijos, ametrallado en plena calle el 30 de julio de 1957,
significa revivir las hazañas del intrépido y competente líder.
Asimismo el homenaje evoca a otro combatiente clandestino, Raúl
Pujol, que cayó abatido en el Callejón del Muro por soldados del
dictador Fulgencio Batista, cuya crueldad los cubanos enfrentaron
dispuestos a vencer o morir.