Discretos avances muestra hoy el municipio de Guantánamo en el
combate contra el Aedes aegypti, insecto que reinfectó el territorio
y volvió a convertirse en amenaza de salud para sus más de 243 mil
600 habitantes.
En mayo, tras meses de duro trabajo epidemiológico y cuantiosas
inversiones en recursos financieros, materiales y humanos,
Guantánamo redujo la presencia del vector en el entorno habitacional
y laboral a límites considerados de seguridad frente al riesgo de
transmisión de dengue.
Sin embargo, el descuido, la falta de exigencia y la negligencia
humana posibilitaron el florecer del insecto que elevó el índice
casa de infestación hasta 0,07 territorialmente, superior en dos
décimas al tenido como "seguro" para conjurar la también conocida
como "fiebre rompehuesos".
Ese índice expresa la relación matemática entre las viviendas
visitadas y la cantidad de focos detectados con larvas del Aedes y
es muy peligroso para la salud humana en los Consejos Populares San
Justo y Norte, en esta ciudad, con valores de 0,17 y 0,14,
respectivamente.
También se mantienen por encima del 0,05 "permisible" los
consejos populares Sur Isleta, Sur-Hospital, Pastorita y Jamaica,
zonas de alta densidad poblacional. Sólo el centro de la ciudad y el
reparto Caribe mantienen bajo control al insecto.
Datos suministrados a la AIN por Midelis Rivero Rojas,
responsable del programa de erradicación del Aedes aegypti en la
Unidad Provincial de Lucha Antivectorial, reiteran la necesidad de
mayor acción en los reservorios externos, hábitat de casi la mitad
de las larvas detectadas este mes.
Se trata, entre otros, de fosas, zanjas, cisternas, desagües,
salideros, los cuales desplazan a los habituales tanques bajos
intradomiciliares como principal reservorio para la multiplicación
de los mosquitos.