Diversos grupos civiles de inmigrantes y religiosos
estadounidenses prosiguieron este jueves las protestas por la
entrada en vigor de la ley migratoria SB 1070 en Arizona, reporta
Prensa Latina.
El código comenzó a funcionar pese a la suspensión temporal de la
aplicación de sus partes más controversiales e ilustrativas de su
carácter discriminatorio y racista.
Cientos de personas, incluyendo políticos, líderes religiosos y
de organizaciones de defensa de los derechos humanos celebraron este
jueves una misa ecuménica contra de la normativa, que debía comenzar
aplicarse hoy en todas sus partes, y a favor de una reforma integral
de las leyes.
Medios de prensa escrita y televisiva de Estados Unidos y el
exterior dan una amplia cobertura a la situación. Reacciones en
contra y favorables a la SB 1070 son destacadas profusamente.
El triunfo limitado de varias demandas contra la ley y la
apelación de las autoridades estatales a la decisión de la jueza
federal de Phoenix, Arizona, Susan Bolton, son temas de las
protestas en el país.
En Arizona, los manifestantes instaron a las escuelas públicas, a
los gobiernos locales y a la policía a no cumplir lo firmado por la
gobernadora Jan Brewer, durante una marcha desde la Iglesia hasta
las oficinas del sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio.
Arizona, estado fronterizo con México y donde viven unos dos
millones de hispanos, cerca de medio millón de ellos indocumentados,
se convirtió en centro de una ácida polémica nacional tras la
aprobación de una ley que desde un inicio fue calificada de
discriminatoria y racista.
Esta situación destapó un amplio debate entre los estadounidenses
sobre la necesidad de abordar el tema migratorio en toda sus
vertientes y reformar las leyes.