Los contactos sociales aumentan la calidad de vida de las
personas y su pérdida es tan perjudicial como la obesidad o la falta
de ejercicios, demuestran investigadores en una publicación
especializada.
Amigos, colegas y familia pueden mejorar la salud y el bienestar,
así como la supervivencia, señaló Julianne Holt-Lundstad, miembro
del equipo investigativo, reporta Prensa Latina.
Cuando alguien está conectado a un grupo siente responsabilidad
por los demás. Esto se traduce a tener un mejor cuidado de sí mismo,
dijo.
Los autores del estudio, de la Universidad de Brigham Young, en
Utah, llegaron a estas conclusiones tras el análisis de 150 estudios
sobre el riesgo de mortalidad y las redes sociales, que incluyó a
unas 300 mil personas durante siete años.
La calidad y cantidad de las relaciones humanas está vinculada a
la salud mental y a la mortalidad, afirmaron los académicos en su
artículo puesto en circulación por la revista PLoS Medicine.
También comprobaron que los individuos con las redes sociales más
amplias mostraron los mejores niveles de perspectivas de vida.
A 1,5 ascendieron las posibilidades de estar vivos a una
determinada edad en comparación con las personas solitarias,
señalan.
Para los académicos, estos resultados no son sólo para los
adultos mayores. Las relaciones ofrecen un nivel de protección en
todas las edades, sostienen.
Una constante interacción es beneficiosa para la salud
psicológica y física, añadió Timothy Smith, otro de los coautores
del estudio.
Estamos diseñados para vivir y trabajar en grupos, dijo. Esto
comienza en la infancia con nuestra familia, después la escuela
amplía nuestro círculo social.
El aislamiento está vinculado a enfermedades mentales, ansiedad y
mala salud, puntualizó el académico de Utah.