Aunque parezca increíble, Holanda pudo remontar una desventaja de siete carreras a la altura del sexto capítulo para empatar el choque en el octavo y dejar al campo a la selección cubana dos entradas más tarde, 9 por 8, con lo cual le propinó el segundo revés en línea en el XXIV Campeonato Mundial Juvenil de Béisbol.

El descontrol del pitcheo relevo fue la causa principal de la derrota, luego de un excelente trabajo del diestro granmense Yosibel Castillo, autor de seis escones con cuatro ponches y 91 lanzamientos. El zurdo Omar Luis salió a trabajar en el séptimo (táctica acertada, ayer era su quinto día de asueto), pero esta vez el espirituano toleró dos carreras y regaló dos boletos.

La debacle sobrevino en el octavo, con los tulipanes empatando el choque gracias a seis boletos regalados por Rogelio Quesada y Antonio Baró, además de un pelotazo, y un solitario indiscutible, del jardinero izquierdo Dirksen al bosque derecho. La decisiva llegó en el décimo —con la famosa regla Schiller de desempate—, que coloca dos hombres en circulación sin out a partir del décimo capítulo. Un wild pitch los adelantó, pero el zurdo Edialbert Valentín sacó el extra y ponchó a dos, con una base intencional intercalada, sin embargo, no pudo controlar sus envíos ante el designado Nihjof y con la transferencia entró caminando la del gane.

Hoy será día de descanso general en el torneo y mañana se jugarán los partidos de cuartos de finales.