NUEVA YORK.— Mientras que los espectadores disfrutan de la acción
dramática de West Side Story, en el foso de la orquesta se
desarrolla una batalla casi tan dura como la de las bandas rivales
de la comedia musical.
Según una crónica de AFP es, sin embargo, una pugna de alto
nivel, entre músicos formados y un sintetizador que amenaza con
robarles los puestos de trabajo pasando a ejecutar la partitura del
famoso musical de Leonard Bernstein y prescindiendo de ellos.
Sintetizadores sofisticados y grabaciones manipuladas por
computadoras están sustituyendo a las orquestas tradicionales.
Suenan parecido a los músicos reales y cuestan mucho menos.
Hasta mediados de julio, cuando los productores de West Side
Story anunciaron que un sintetizador reemplazaría a tres
violinistas y dos violoncelistas —es decir a la mitad de las cuerdas
de la orquesta— el violinista Paul Woodiel pensaba que el repertorio
clásico era invulnerable.
"Yo conocí y estudié con Leonard Bernstein, y estoy casi seguro
de que no lo hubiese tolerado. Esto no es un café-concierto, no
estamos en Las Vegas. Estamos en Broadway y Leonard Bernstein fue un
grande", dice.
Los sintetizadores existen desde hace décadas, sobre todo en la
música pop, pero hasta el momento no habían desplazado a los músicos
que acompañan en vivo las producciones de Broadway.
"Lo que importa es ganar plata y los productores quieren ganar
tanta como sea posible", dijo Mike Levine, editor de Electronic
Music Magazine.