Rusia anunció que ayudará en la recuperación económica de
Kirguistán y en los programas encaminados al restablecimiento de la
estabilidad en esa empobrecida nación de Asia central, convulsionada
por conflictos internos, reporta Prensa Latina.
El vicecanciller Grigori Karasin expresó en esta capital la
disposición de su país a prestar asistencia al gobierno kirguiz en
los proyectos económicos y en la solución de problemas, relacionados
con la crisis y la desestabilización originada por los
acontecimientos de los últimos meses.
Karasin se reunió este viernes con su homólogo interino Amangeldi
Muraliev y el vicetitular de Kazajstán, Nurtai Abykaev, cuyo
gobierno contribuye también con ayuda humanitaria a la vecina nación
centroasiática.
Abykaev aprovechó el encuentro para ratificar la asignación a
Bishkek de poco más de 11 millones de dólares, de los cuales cinco
millones se destinarán a alimentos y materiales de construcción.
Muraliev agradeció, a su vez, el apoyo de países hermanos como
Rusia y Kazajstán y destacó la importancia de la cooperación de
Kirguistán y estados vecinos del espacio postsoviético.
Señaló como prioridades del gobierno provisional la
reconstrucción de la economía en el sur de Kirguistán y la
estabilidad económica en general del país.
Una ola de protestas populares provocó en abril pasado el
derrocamiento del gobierno del presidente Kurmanbek Bakiev y la toma
del poder por grupos de la oposición, encabezados por Roza
Otunbáyeva, ex jefa de la diplomacia kirguiz.
Al inestable escenario en Bishkek siguieron violentos
enfrentamientos interétnicos en la sureña ciudad de Osh y en la
vecina región de Dzhalal-Abad, con resultado de más de 200 muertos y
dos mil 224 heridos.
Kirguistán, de otro lado, ha reactivado los mecanismos de
captación de ingresos por la vía de arrendamiento a Rusia y Estados
Unidos de bases militares.
El propio canciller interino Ruslán Kazakbaev reveló la semana
pasada que no se descarta la posibilidad de la instalación de un
nuevo enclave ruso en el sur de ese territorio, además del aeródromo
militar en Kant.Bishkek baraja la misma propuesta con Estados
Unidos, que tiene marcado interés en reforzar el corredor militar
hacia Afganistán y en Asia Central, como parte de la estrategia
geopolítica de la Casa Blanca en esa región.