Hace algo más de cuarenta años, los villaclareños ríen, sonríen,
movilizan las neuronas y se enriquecen con el humor de un grupo de
dibujantes que tienen por casa a Melaíto, publicación que comenzó
siendo un suplemento concebido por el periódico Vanguardia para
acompañar los preparativos de la épica zafra de 1970.
Con el tiempo, Melaíto ha sido mucho más que sus páginas. Es una
verdadera institución cultural que irradia sus acciones a todo el
ámbito de la capital y de las localidades de la provincia, que goza
de merecido prestigio en todo lugar de la isla donde se organicen
salones y muestras gráficas y que en el plano internacional ha
conquistado premios y reconocimientos en concursos y al ser
reproducida su obra por otros medios.
Aunque han sido varios los colaboradores, el equipo de planta se
halla integrado por cuatro excelentes dibujantes: Pedro Méndez,
capitán de la nave; Adalberto Linares, Rolando González y Alfredo
Martirena.
Se distinguen por su aguda relación con la vida cotidiana, el
ingenio de sus chistes, la inteligencia de sus apuntes, y la línea
sagaz de la composición gráfica.
Pero también por la sensibilidad y penetración con que abordan
los temas más complejos y acuciantes de nuestro tiempo, como para
dejar sentado lo que otras veces se ha dicho: que una imagen vale
por mil palabras.
Esta pequeña galería de Melaíto que Granma comparte con
sus lectores quiere ser un homenaje a un colectivo de humoristas que
se toma en serio su oficio y que, junto a sus coterráneos, también
está en 26.
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Pedro Méndez saluda la conquista de la
sede del acto central por el Día de la Rebeldía Nacional. |
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Rolando González reflexiona desde la
síntesis gráfica sobre los avatares de la economía mundial. |
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Adalberto Linares le toma el pulso a
los peligros que se ciernen sobre la nación persa.
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Alfredo Martirena denuncia la
naturaleza agresiva del imperio. |
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Pedro también ha trabajado las paradojas de
la crisis económica mundial. |