Los residentes de Villa Clara tienen ahora un reto impostergable:
preservar las ciudades luego de la oleada de reparación y
embellecimiento que logró cambiar su imagen en vísperas del acto
nacional por el 26 de Julio.
Casas pintadas, fachadas reparadas, asfalto en las calles,
reposición de carteles lumínicos y nuevas señales del tránsito son,
entre otros, los ornamentos que devuelven a urbes y poblados,
esplendor, belleza y confort.
Un mejoramiento apreciable a tienen simple vista los parques y
plazas públicas del territorio. Trabajadores de comunales, la
construcción y otros organismos reponen estructuras dañadas como
bancos y rejas, resiembran árboles, y mejoran el asfalto, por citar
algunas labores.
Con motivo de la celebración en esta provincial central de Cuba
de las festividades por el Día de la Rebeldía Nacional, se
reincorporan los tocones establecidos en la carretera central cuando
se construyó, con todos los datos que incluían, entre los que
figuran el kilómetro y la provincia.
Los puentes identitarios de pueblos y asentamientos muestran
ahora las farolas, luminarias y otros elementos que devuelven el
encanto que lucían cuando se construyeron.
Felicia Fernández, directora de la Oficina de Monumentos y Sitios
Históricos del Centro Provincial de Patrimonio, comentó a la AIN que
el eclecticismo que caracteriza a Santa Clara dificulta la
reparación por los variados elementos que presentan los inmuebles.
El trabajo ha sido arduo, brigadas de albañiles especializados en
reconstrucción han laborado en la zona donde se ubican las
edificaciones más antiguas, y en todos los casos se respetaron los
valores patrimoniales, acotó.
Nada escapa al afán de rejuvenecer la provincia anfitriona del
acto central por la efeméride moncadista, por lo que abundan por
doquier envases para recoger la basura, y así evitar suciedades en
sitios públicos dedicados al esparcimiento, recreación y el ocio.
Las barriadas periféricas cuentan con colectores mayores en los
que se recepcionan los desechos de la población, y como es
costumbre, el acopio de los residuales citadinos se realiza en
tiempo.
Por todas partes impera lo bello, la tarea inmediata es cuidarlo
y mantenerlo para el disfrute de todos.