La tercera depresión tropical de la actual temporada ciclónica
avanza sobre las aguas al sur de Bahamas y amenaza las labores de
limpieza del derrame de petróleo en el golfo de México, reporta
Prensa Latina.
Según informaciones del Instituto Nacional de Meteorología de
Cuba, a las 11.00 hora local, la tormenta tenía su centro a 425
kilómetros al sudeste de Nassau, capital de Bahamas, y a 108 al
nordeste de Punta Lucrecia, Holguín, Cuba.
Los vientos sostenidos del fenómeno son de 55 kilómetros hora y
se mueve a 24 kilómetros por hora.
Por otro lado, Lexion Avila, especialista del Centro Nacional de
Huracanes en Miami, indicó que la tormenta podría llegar a la zona
del derrame en dos días y medio.
Las naves que se encuentran en las labores de limpieza se
mantienen a la espera de una orden de evacuación, la cual aún no ha
sido emitida.
Thad Allen, ex almirante de la Guardia Costera y encargado
federal de los trabajos en el golfo, permanece atento al desarrollo
de la depresión para decidir sobre los barcos no esenciales.
Las labores de contención de la fuga se han visto afectadas por
varios imprevistos. Primero, la tormenta Alex, que impidió los
trabajos durante varios días. Luego, una leve fuga fue detectada en
las tuberías del pozo.
Ahora, trasciende la necesidad de abrir las llaves de una campana
que ha detenido el vertimiento del carburante desde la semana
pasada.
Allen reconoció que si abren las válvulas de la campana, el crudo
brotará nuevamente, por lo que se aleja cada día más la solución
definitiva.
Ya la British Petrolem llevó a cabo algunas medidas preventivas
como la colocación de un tapón en el conducto que es utilizado para
impulsar cieno a la zona del desbordamiento.
Kent Wells, vicepresidente de BP, expresó su preocupación sobre
los trabajos en el golfo y dijo que BP no quisiera quedarse a la
mitad de las operaciones.